La calle Real, en el municipio grancanario de Santa María de Guía, es una de las vías más transitadas del casco, a pesar de ello no cuenta con las máximas medidas de seguridad, en cuando a peatones y bienestar de los vecinos, los cuales instan al Ayuntamiento a tomar medidas antes de que se produzca una desgracia.

A pesar de existir en la misma varias urbanizaciones no cuenta con medidas para disminuir la velocidad de los vehículos, solamente un 30 en señal horizontal, que nadie respeta. Por ello es preciso instalar señales verticales y para mayor seguridad dotar a la calle, como otras, de guardias muertos (ya que los vivos no acuden por el lugar), que obligue a disminuir la velocidad. Tanto a lo largo del día como de la noche, se comprueba cómo los vehículos transitan a gran velocidad, con el peligro consiguiente para niños y mayores. En días de lluvia las fachadas, puertas de las casas e incluso las personas, son enchumbadas del agua que corre, porque los automovilistas no disminuyen la velocidad de sus vehículos.

Los pasos de peatones brillan por su ausencia, por lo que se debería dotar de varios, aprovechando para subir el asfaltado los centímetros permitidos legalmente. Teniendo en cuenta que es la vía trasera de los juzgados son muchos los ciudadanos que tienen que estar cruzando la misma. Vallas protectoras a la salida de las viviendas y del centro cultural existente es otra de las ausencias que podría parar a los niños para que no salgan corriendo cruzando la calzada, lo cual es un auténtico agobio para todos.

El alumbrado público es muy deficiente, incluso intermitente, muchas noches permanece esta calle a oscuras, por lo que hay que cambiar las viejas farolas, aumentándolas, para que se pueda caminar perfectamente y no en penumbra.