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Opinión

Messi y Cristiano no fueron decisorios

El Barcelona lidera con cuatro puntos de ventaja, pero la Liga no ha terminado. Por lo visto en el Camp Nou, el equipo barcelonés no puede sentirse seguro. En el partido más importante de la temporada mostró una imagen preocupante para los suyos: de nuevo dio muestras de pérdida de identidad. Se apartó de sus raíces y ganó al contragolpe, fórmula contraria a su estilo y propia de equipos más modestos. En tardes de compromiso se difumina. Las últimas apariciones le habían concedido nueva fiabilidad gracias a que Messi volvió por donde solía. Éste, en el clásico, estuvo desaparecido en combate durante la mayor parte de los minutos. No fue más decisorio que Cristiano y éste se salvó con un gol.

En la primera mitad fue mejor el Real Madrid y desaprovechó las ocasiones para batir a Claudio Bravo. Al Barça le costó mucho dominar el balón. Sólo lo manejó con ventaja cuando Modric dio síntomas de cansancio, consecuencia lógica del tiempo en que estuvo lesionado. Piqué salvó a los suyos en intervenciones en última instancia y en el campo contrario fue Iker Casillas quien, en los momentos decisivos, hizo tres paradas casi providenciales. En los instantes de angustia barcelonista surgió Piqué y en los madridistas se lució Casillas. Los laterales madridistas, Carvajal y Marcelo fueron más peligrosos en ataque que Alves y Alba. Y ello se notó. Iniesta no duró lo que se espera de él y Xavi hizo su aparición para poner el orden que no había tenido su centro del campo. Leo Messi reapareció en el cuarto de hora final. Un poco tarde.

El duelo Cristiano-Messi lo ganó el portugués si se tiene en cuenta que marcó el gol de su equipo. No obstante, ninguno de los dos grandes astros resultó decisorio. La zaga madridista fue más firme que la barcelonista que se enredó en ocasiones cruciales. El ataque barcelonista dispuso del mayor número de oportunidades para ganar con claridad y mostró ineficacia sorprendente. El primer tanto lo consiguió Mathieu de cabeza en el saque de una falta y Suárez hizo el del triunfo en una contra en la que remató con precisión.

En mi opinión, comienza a ser preocupante el fútbol de Neymar. Recuerda cada día más a su compatriota Robinho, que en el Madrid deslumbró una tarde y luego fue calificado de triatleta: "Corre, hace bicicletas y luego, nada". Neymar se embarulla constantemente. Le sobra siempre el último intento de regate y busca el gol sin percatarse de que tiene un compañero en mejores condiciones para el remate.

La estrella madridista de la que cada día se desconfía más es, evidentemente, Bale. En el Camp Nou se le pidió que ayudara más en defensa, labor de la que se exime habitualmente. Su función tampoco fue modelo de eficacia. En los grandes duelos es obligado que las estrellas brillen con fulgor. En el Camp Nou hubo eclipse para algunas de las más refulgentes.

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