La Provincia - Diario de Las Palmas

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El acróbata de Madeira

Oscuro, hermético, insobornable, compartía el luminoso sueño de Hölderlin de aspirar a componer "un poema que fuese como una isla recién nacida", con una mirada hosca hacia cualquier atisbo de vida social, para autodefinirse -y, por extensión, definir al hombre contemporáneo- como alguien que lleva "la vida acrobática y centrífuga de un políglota que busca la unidad improbable, y se descentraliza y existe en estado de Babel". Justo al contrario que Pessoa y su coro de heterónimos, buscaba dar rienda suelta en sus versos a su descomposición interior, convencido de que el arraigo es una enfermedad del movimiento, y no a la inversa. Insulario irredento de Madeira -que es una isla única, solitaria, a diferencia de los reclamos archipielágicos de su entorno atlántico, Canarias, Cabo Verde o las Azores-, Heberto Helder hizo el viaje inverso a la mayoría de los isleños: sumergirse en el anonimato aún mayor del oscuro corazón de África -que acaso no es sino otra isla, con 'elefantiasis'-, para regresar a la metrópoli lisboeta solo para su convalecencia, tras sufrir un grave accidente de automóvil. Trasterrado de su Funchal natal, se ajustaba al triple ideario que Joyce concede a su Ulises atlántico: silencio, destierro y astucia. El autor de Poesía Toda o El bebedor nocturno supo, sobre todo, ponerle torniquetes a esa corriente melancólica que -al decir del ensayista y poeta Ángel Sánchez- se reitera por la franja atlántica, emparentando la morriña gallega, la saudade portuguesa, la morna de Cabo Verde y la magua canaria, en una misma suerte de añoranza líquida o nostalgia de antemano... Así, unas veces entre bucles magmáticos y otras más ceñido, acostumbraba a preservar sus poemas de cualquier marea, cincelando versos casi siempre reversibles de metapoesía, y más matéricos que verbales. Con mirada órfica y sutil, con frecuencia los encriptaba, expresando, por ejemplo: "Un poema crece inseguramente / en la confusión de la carne, / sabe andar sin palabras, / tal vez como sangre / o sombra de sangre / por los cauces del ser".

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