Es muy difícil definir qué necesita una persona afectada por una tragedia como el reciente accidente aéreo, porque cada persona tiene necesidades diferentes. Pero hay algo que necesitamos todos: aceptar lo que ha pasado, y para ello lo mejor que podemos ofrecer como sociedad es respeto, ayuda y respuestas. Lamentablemente conozco muy bien cómo son esas primeras horas. Estás haciendo tu vida, la de todos los días. Trabajo, casa, familia, amigos? centrado en algún tema insignificante que en ese momento te parece casi vital? y de repente todo se para. Te dan una noticia horrible que no puedes comprender, ni mucho menos asumir.

Durante las primeras horas (días) sólo deseas despertar de esa pesadilla, que alguien te diga que ha sido un error, que no eres tú, que no son los tuyos? pero desgraciadamente la nefasta noticia no se desmiente en la inmensa mayoría de los casos. En estos primeros momentos las familias necesitan que se respete su dolor, y creo que hay dos comportamientos estandarizados en todas las tragedias que lo vulneran: la "búsqueda del morbo" de ciertos periodistas y el "salir en la foto" de algunas autoridades. Las familias que pasamos por un momento tan desconcertadamente doloroso no deberíamos sufrir el acoso de la prensa intentando confirmar una noticia que quizás todavía ni tú misma conoces con seguridad, o sentir que te acribillan a preguntas sobre qué sientes cuando todavía no eres capaz ni de asumir lo que está pasando. Por otra parte las diferentes autoridades, supongo que llevados por cumplir ante la opinión pública (porque imagino que también para ellos es un mal trago), no quieren quedar fuera de la foto y se presentan en el lugar del accidente, aparecen paseándose o con las víctimas. O algo mucho peor, se organizan funerales con diferentes autoridades y se les insta a asistir a los familiares con bastante insistencia (en el caso del accidente del metro de Valencia hubo familias que recibieron la visita de policía municipal que les atosigaba para que fueran al funeral oficiado). ¿Quién necesita compartir su desconcierto, su dolor con alguien ajeno y desconocido por muy importante autoridad que sea?

Que las familias afectadas necesiten su espacio para llorar y doler en paz, no quiere decir que haya que dejar solas a las víctimas, se les debe ayudar a pasar este duro trance. Los periodistas deberían hacer un seguimiento objetivo y profesional de la noticia, sobre todo velando porque se respeten los derechos de las víctimas y denunciando si éstos se vulneran. Los afectados por una tragedia no necesitan que su representante político salga en todos las fotos del suceso, lo que sí que les ayudará es que se realice una gestión adecuada del accidente. Se debe proporcionar toda la ayuda posible para esas primeras horas y asesoramiento sobre todos los trámites y gestiones que se derivan en una situación así. Y sobre todo que haya una gestión totalmente veraz de la información, donde las familias afectadas deberían conocer los datos más relevantes de primera mano, y no andar perdidas buceando en informaciones inexactas o directamente falsas.

Desgraciadamente, cuando hablamos de muertos no hay solución posible ante la enorme pérdida, sólo se puede aspirar a recibir una adecuada reparación. Las compensaciones económicas son necesarias, pero insignificantes a la hora de superar la pérdida personal. Lo único que podemos ofrecer a las familias es respuestas, que tengan la tranquilidad de que se está haciendo todo lo posible por conocer las causas de lo ocurrido. Debemos proporcionarles respuestas honestas que les sirvan para poder cerrar su duelo cuando estén preparados. Respuestas que servirán para que se haga todo lo posible por garantizar que otras familias no vuelven a pasar por el mismo sufrimiento y dolor que ellas están viviendo ahora.