Los pianistas Sergio Alonso y Natalia Falcón interpretaron con excelencia la versión a dos pianos de Un americano en París, de Gershwin, secundados por los percusionistas Francisco Navarro y David Hernández. Un agradable montaje escénico, apoyado en proyecciones videográficas, ambientó la sesión con arreglo a un guión de Fernando Palacios adaptado por Tuto Parrilla, y Joaquín Fernández como narrador. La nutrida audiencia de estudiantes adolescentes siguió el concierto en riguroso silencio y lo celebró al final con entusiasmo. Se han sucedido varias representaciones, que culminaron el sábado 28 en presencia de padres y familiares.
Cuidada en todos los detalles, esta iniciativa de la Fundación Orquesta Filarmónica de Gran Canaria ha forjado en las últimas temporadas un alto nivel artístico asimilado al propósito pedagógico. Alonso y Falcón, magníficos pianistas vinculados al Conservatorio Superior de Música, desplegaron su técnica y musicalidad para proyectar en condiciones idóneas la muy difícil partitura, previamente ejemplificada con los elementos rítmicos y melódicos del celebérrimo ballet de Gershwin, que tratan la base jazzística con escritura virtuosa. Swing, blues, machichas y demás motivos sonaron con autenticidad plena e impulsos sincronizados a la perfección. Una amplio dispositivo de percusiones añadió color y subrayados rítmicos al singular ambiente americano-parisién de la obra. En suma, una producción pensada para instruir y seducir al publico joven.
Sonoridad de acertados volúmenes, identificación de los cuatro ejecutantes y generoso despliegue de medios instrumentales fueron constantes de la obra central y de la Suite de cuatro piezas de Rodney Bennet, igualmente jazzísticas, que dieron preludio y final al concierto.
