Para el todo poderoso agitprop, Xavier García Albiol es un cavernícola, filo fascista, xenófobo y no dicen machista porque desde el reciente archivo de la causa contra el ex ministro socialista Juan Fernando López Aguilar que, supuestamente, había agredido a su esposa con una palangana, andan de disimulos. Traduciendo, porque nadie tiene el monopolio de la versión original: Albiol es un demócrata, un liberal, un patriota y un valiente.
La pregunta es, ¿por qué el PP elige como número uno para las elecciones catalanas a un demócrata, un liberal, un patriota y un valiente en vez de los acostumbrados tecnócratas, intervencionistas, cripto nacionalistas y miedicas? Algo gordo está ocurriendo. El mes de julio arrancó en el limbo y va a terminar con las espadas muy en alto. Y es que cuando ya se daba a Mas por liquidado lanzó un órdago, con elementos novedosos, y por lo que sea, los poderes fácticos -me refiero a los Bilderberg y tal: aquí nadie pinta nada- se lo han tomado en serio. La reacción ha sido poderosísima. Quiero decir mediática ya que no hay otro poder. En un periquete airearon un supuesto complot para echar a la monarquía -digo supuesto porque es increíble: obviamente tratan de movilizar anticuerpos- y empezaron a aparecer extrañas encuestas en las que el bipartidismo subía y el resto temblaba. Algunos sondeos incluso hablaban hace nada de menguantes minorías separatistas y no solo en Cataluña sino también en el País Vasco que lleva años mudo. Ahí se inscribe el sorprendente candidato Albiol que es lo último que desearía Rajoy en circunstancias normales así que doy por amortizado al registrador. Están ocurriendo cosas que ignoramos. ¿Vuelve España? Eso parece.
