La problemática en la educación no es de ninguna manera la que a los educadores les parece que es. Se nos quiere forzar a una educación irrelevante y exclusiva. La educación no está al servicio de la evolución: al servicio del interés político, cuando no ideológico, tal como podemos evidenciar en las diferentes leyes educativas acaecidas en nuestro país desde la llegada de la democracia (LODE, Logse, Lopeg, LOE, Lomce, LRU, LOU, Lomlou). Esta educación sirve para domesticar a la gente de generación en generación, como una manera de introducir en la cabeza de los individuos una condición de ver las cosas, y unas formas de hacer, acompañado de ciertos valores interesados. Aquellas que le convienen al sistema. Tenemos necesidad de una educación para que la gente sea lo que pudiera ser. La persona necesita de todas las tradiciones del desarrollo del ser humano, necesita alimentarse de otra cosa que conceptos. La educación se diseña para encerrar a la persona en un lugar donde se la somete a una educación forzada, como si no hubiera otra cosa en la vida. A lo mejor esta es la pérdida de su atractivo, la base del aburrimiento escolar y de su posterior abandono y fracaso.
En mis seminarios-estrategia metodológica propuesta por el EESS (Espacio Europeo de Educación Superior), les advierto a mis alumnos, futuros médicos, que somos seres humanos con tres cerebros, y que las neurociencias nos enseñan que el fin último del cerebro humano no es la búsqueda de la verdad, sino la supervivencia. Y además, el cerebro es un órgano social. Pongo el énfasis en que somos: cerebro intelectual, cerebro emocional y cerebro visceral o instintivo. Con sus correspondientes correlatos anatomo-fisiológico. Y es precisamente este predominio de la razón instrumental sobre el afecto y sobre la sabiduría instintiva, lo que nos tiene tan empobrecidos. La plenitud la puede vivir sólo una persona que tiene sus tres cerebros en un equilibrio móvil. Desde mi punto de vista, necesitamos una educación que se podría llamar eco-holística. Si vamos a educar a la persona en su totalidad, hemos de tener en cuenta que la persona no es sólo razón. Claro que, referente a lo de educar la razón, también hay toda una controversia. Al sistema le conviene que uno no esté tanto en contacto consigo mismo, ni que piense por sí mismo. Por mucho que se levante la bandera de la democracia, siempre se ha repetido que los gobiernos tienen mucho miedo a que la gente tenga voz y tenga conciencia. Se suelen quemar los libros. Esto es una certeza universal. Siguiendo al Nobel Gabriel García Márquez: "Creemos que las condiciones están dadas como nunca para el cambio social y que la educación será su órgano maestro. Una educación desde la cuna hasta la tumba, inconforme y reflexiva, que nos inspire un nuevo modo de pensar, quiénes somos en una sociedad que se quiere a sí misma. Que canalice hacia la vida la inmensa energía creadora que durante siglos hemos despilfarrado en la depredación y la violencia, y nos abra la segunda oportunidad sobre la tierra que no tuvo la estirpe desgraciada del coronel Aureliano Buendia. Por el país próspero que soñamos al alcance de los niños".
Otra cosa que hay que contemplar respecto a la educación, es que debe adaptarse al tiempo. El tiempo ahora es más corto, el espacio es más pequeño, lo uno se denomina "aceleración de la historia", lo otro es la "aldea global". Las industrias dinámicas de la sociedad del conocimiento son las industrias de la inteligencia: la biotecnología, la informática, la microelectrónica, las telecomunicaciones, la robótica, la industria de nuevos materiales y la aviación civil, entre otras son las actividades bandera del nuevo siglo. Estas industrias dependen de un nuevo factor de producción: el conocimiento. En la sociedad del conocimiento el valor agregado ya no proviene de los factores clásicos de producción "tierra, capital y trabajo", viene antes que todo, no solo de la tecnología como un medio, sino de una educación para la comprensión y la explicación que adquiera sentido en un nuevo paradigma en el siglo XXI. Las nuevas tecnologías deben ser miradas como instrumentos o medios para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje. Cuando se orienta al uso de Internet para el aprendizaje, predominan cinco teorías, según los expertos, idóneas para fundamentar tal instrumentalidad: proyecto zero, inteligencias múltiples, constructivismo, teoría de la conversación y teoría del conocimiento situado. Una de las principales contribuciones de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), sobre todo de las redes telemáticas, al campo educativo, es que abren un abanico de posibilidades en modalidades formativas que pueden situarse, tanto en el ámbito de la enseñanza presencial, como en la no presencial.
Me pregunto si nuestros dirigentes más cercanos, los de la tierra canaria están situados en este marco reflexivo o bien van tirando como pueden. Cada uno tendrá una respuesta.
