La Provincia - Diario de Las Palmas

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Reflexión

El imperio de la ley (hipertrofia jurídica y fiestoron)

La esclavitud era legal,

el apartheid era legal,

el colonialismo era legal.

La legalidad es una cuestión

de poder no de justicia

El fiestoron, segunda edición, está en peligro de suspensión y con él, de extinción, soy incapaz de valorar las consecuencias económicas y de imagen para empresarios e instituciones en nuestro municipio. Tuvo un gran éxito su primera edición bajo la batuta de la Concejala de Con Arucas Carmen Delia Morales, concejala de Desarrollo Económico en el mandato anterior. Fue un éxito de ambiente, de actividades, de organización, de rentabilidad económica para negocios de todo tipo. En fin, un exitazo. Ahora hay otro grupo de gobierno, otro concejal de Desarrollo, otra Corporación, misma ordenanza, mismo ordenamiento jurídico, otro proyecto empresarial y otro proyecto político: menos perspectiva, menos agilidad, menos...

Vaya por delante que no voy a llamar a ninguna rebelión ni siquiera a la desobediencia civil o similar. Vaya detrás de lo de delante que no deseo que se use este escrito para absolutamente nada más que a modo de reflexión política. No soy jurídica, ni quiero, bastantes gurús profesionales tenemos para inmiscuirnos los aficionados. Estamos en un ambiente de hipertrofia jurídica municipal que amenaza con paralizar la vida institucional y el desarrollo de Arucas. Es entonces cuando me vienen a la mente cientos de citas, literarias e históricas, para ilustrar lo que pienso. En contra de lo que les gusta decir a propios y extraños, las normas no están para cumplirlas, ni mucho menos, las normas existen para regular la convivencia. Se pueden primero interpretar, después, sortearlas, buscarles la vuelta, encontrar otra de mayor rango para dejarlas sin efecto, cumplirlas o no, y una vez que incluso se decida cumplirlas, hasta sus últimas socráticas consecuencias (que prefirió morir cumpliendo las injustas normas que lo condenaron) luchar por su modificación o sustitución. Hasta el nuevo ministro de Educación dice ahora que la Lomce (Ley de leyes hipermega orgánica) no se puede aplicar en todos los lugares igual (¡vaya por Dios!).

Lo que quiso regular el legislador al prohibir la "comercialización de alcohol en la calle" se puede intuir. Diaria, semanal, mensual, bimestral, trimestralmente, por cualquier circunstancia: evidentemente, no. En el marco puntual de un evento, como prolongación de una actividad comercial y fiscalmente regulada, por interés general y consensuada con todos los miembros del plenario competente en materia de ordenanzas, ¡pues a lo mejor! Lo que no puede haber, bajo mi particular punto de vista, muy mío, claro, es estar al borde de la suspensión de esta fiesta, sea su nombre desafortunado o no, sean jurídicamente inviables algunas de sus propuestas según una ordenanza (¡ve Mería!) lo que no puede haber, digo, es la suspensión de este evento sin salida, sin alternativa, sin información, debate, búsqueda de soluciones y consenso de toda la Corporación. Antecedentes, precedentes y casuística varia hay para parar trenes de largo recorrido, con consenso, con argumentación política, con diálogo. Lo que parece meridianamente claro es que este precedente (no encuentro un calificativo apropiado) además de nefasto en este momento para los protagonistas, establece un camino de curvas y baches y una línea de actuación. La ciudadanía entiende que han elegido a unas personas para gobernar, acorde a la legalidad, obviamente, pero fundamentalmente para gestionar desde la política que es otra cosa que lo jurídico. Si Dios o sus representantes en la tierra hubieran querido el modelo de democracia que se pretende ahora en Arucas hubiera puesto de concejales y de alcalde a notarios y registradores de la propiedad, jueces y fiscales que son los que mejor se conocen el articulado de las leyes.

El grupo de gobierno está nokeado (no me gusta este término pero es muy gráfico) y su falta de liderazgo, de valentía, de pensamiento alternativo y de capacidad de reacción amenaza con frenar, no esta iniciativa, cualesquiera otras que atisbe algún tropiezo del cariz que sea. Mi temor es que esto no sea sino "el andar de la perrita" que vamos a tener que sufrir este mandato. La esclavitud, el apartheid y el colonialismo eran legales, junto con la cláusula suelo, los desahucios y el derecho de pernada; la homosexualidad, el voto (y el femenino más) y sentarse al lado de un cura en un coche, ilegales. Cuidado, por favor, con todo, con las hipertrofias y con el poder.

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