La Provincia - Diario de Las Palmas

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Reflexión

¿Qué hemos aprendido de la cuestión griega?

El país heleno está sufriendo la crisis más grave dentro de los estados de la Unión Europea, por ello han tenido que establecer un corralito a principio del mes de julio al quedarse sus bancos sin liquidez suficiente y ante el peligro de una fuga masiva de capital. El origen de su delicada situación financiera no ofrece duda. El gran déficit acumulado. Durante años, con el fin de activar la economía los Gobiernos europeos establecieron la política de incrementar el gasto y puesto que gastaban más que lo que recaudaban tenían que recurrir a la emisión de deuda para equilibrar sus presupuestos. Esta política económica, que se pensó como temporal, se consolidó en todos los niveles y así cada vez más los países aumentaban su deuda y "consecuentemente" incrementaba la partida presupuestaria destinada al pago de los intereses, lo que obligaba a la emisión de más deuda. Después de la crisis financiera del 2007, la decisión adoptada por Europa fue cambiar esta política que indudablemente conduce a la bancarrota. Se debía reducir el gasto y aumentar los ingresos para después de algunos años poder tener unos presupuestos equilibrados, una deuda controlada y pagar, por lo tanto, menos intereses. La aplicación de la nueva política económica, produjo una separación dentro del seno de Europa en dos grupos, por un lado los países que tenían capacidad por sí solos para poder aplicar las reformas necesarias y por el otro los países que debían obtener ayuda externa para lograr los nuevos objetivos económicos. En este último grupo entraron Irlanda, Portugal y Grecia a los que se les prestaron cantidades importantes de dinero en buenas condiciones en plazos e intereses. Los préstamos se denominaron rescates, y para poder acceder a dichos rescates debían realizar una serie de reformas dentro de su legislación que les permitiera reducir el gasto, incrementar sus ingresos y sin duda tener capacidad de pagar el rescate, pues éste no es más que un préstamo. En el caso griego, recibieron el rescate por dos ocasiones, pero el progreso no se notaba, a pesar de haber aplicado las medidas que había acordado, ¿o no? Así se llega a las últimas elecciones, donde ganaron los partidos que prometían más empleo público, la no reducción de los salarios, la revalorización de las pensiones y el aumento de los impuestos a las rentas más altas, en resumen continuar igual como si no se hubieran realizado dos rescates de su economía. Cuando se produjo la petición del tercer rescate por parte del nuevo gobierno de Grecia, esta fue estudiada por la Unión Europea y comprobó que las medidas que se querían implantar en estado heleno no eran las exigidas por la Unión, sino todo lo contrario. En consecuencia, comunicó que si no se realizaba un cambio, no se daría un nuevo préstamo, a pesar de que este era perentorio para economía helena. La actitud del gobierno griego, en especial la de su ministro de finanzas, distaba mucho de ser conciliadora y de llegar a un acuerdo. Empezaron a realizar una ronda a nivel internacional con el fin de conseguir fondos en el exterior, Rusia, China... y cuando comprobaron que sólo Europa era la única dispuesta a suministrar el dinero suficiente, volvieron a la mesa de negociación. Estas se prorrogaron durante un tiempo que jugaba en contra de Grecia, la cual tenía compromisos ineludibles de pago de deuda (llegando incluso a no pagar el FMI en junio) y cuando al final los acreedores cortaron el crédito, se produjo el corralito que llevó a la economía griego contra las cuerdas. Realizaron entonces un referéndum, y el gobierno salió reforzado de sus fronteras pero la posición europea se mantuvo inamovible. Cuando volvieron a la mesa de negociación el ministro de finanzas dimitió y el acuerdo final lo tuvo que negociar el presidente del gobierno griego que ignorando sus promesas electorales, aceptó las condiciones impuestas por la Unión Europea. A pesar de la tensión que esto ha producido entre las población, el parlamento griego ratificó el acuerdo, que posiciona a Grecia en la misma situación que al resto de los países que han sido rescatados, es decir, se hacen reformas, no hay quita y se comprometen a pagar la totalidad del rescate. (De los 7.000 millones prestados de urgencia en julio, 6.250 se han destinado al pago de deuda al BCE y FMI). Conclusiones: A los partidos políticos, las promesas electorales sin tener en cuenta la realidad que les rodea, puede permitirles ganar elecciones, por ello es importante que los electores consideren si esas promesas preelectorales pueden ser cumplidas si ganan. Por otro lado, la Unión Europea debe ser exigente en las negociaciones de los rescates, pues el dinero que se presta es el del resto de los ciudadanos europeos.

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