El encuentro entre los directivos del Club Náutico y los consejeros de la UD Las Palmas, en el homenaje por el ascenso a Primera, suscitó todo tipo de sentimientos de confraternización y afectos mutuos. La cordialidad de Mame León, la bonhomía de Germán Dévora y la cordialidad y locuacidad de Antonio Collar, y todos con la animación controlada de Miguel Ángel Ramírez, permitió revivir capítulos de la historia del fútbol amarillo con el relato directo de sus protagonistas. Y así, como cada vez que se reúnen los veteranos, sobresalen las bromas de otros tiempos. Pero hay que reconocer el talento del presidente amarillo. Ramírez hizo sonreír a todos, directivos de uno y otro club, con algunas de sus peripecias en el aeropuerto de Miami ante las medidas de control de entrada en EE UU, donde el empresario de la seguridad se topó con algún policía desagradable. De su experiencia Ramírez concluyo con una reflexión clara: "el paraíso no es EE UU. Está aquí, en Canarias".