No soy yo quien vaya a descubrir la calidad del Atlético de Madrid. Es un equipo con un poderío económico y de jugadores al alcance de muy pocos. El sistema de Simeone será el clásico 4-4-2, con un equipo que imprime intensidad en todas las líneas de juego. Oblak posee unas cualidades inmejorables, lo que le ha llevado a defender la portería atlética. La defensa, como se suele decir, no es moco de pavo. Godín y Giménez son muy intensos en lar marcas, lo que permite libertad a las bandas, con Juanfran y Filipe, que son jugadores que pueden sacar el balón jugado desde atrás y abren el abanico de posibilidades. El centro del campo agobiará a los rivales amarillos. Gabi y Tiago son jugadores de mucho trabajo y complican el juego de los contrarios. Óliver y Koke aportan la magia al conjunto colchonero. Y que decir de los puntas. Desbordantes, desequilibrantes y no paran de correr para apoyar en defensa. Sólo Jackson podría valer más que muchas plantillas de Primera División; y con él, Griezmann.

Como déficit hay que tener en cuenta la falta de ritmo de competición, algo que podría aprovechar la UD Las Palmas para intentar equilibrar el juego. Esta falta de compás podría mermar el estilo de presión que imprimen los del Cholo en el terreno de juego. Pero siempre cuentan con la amenaza de los contragolpes mortales que tan bien le ha ido a los rojiblancos en los últimos años.

Seguro que Simeone habrá estudiado a los de Paco Herrera, por lo que querrá disputarle el balón en la media para no permitir el juego de toque de los amarillos. La medular deberá estar muy atenta a la calidad de Jonathan Viera, que podría actuar de enganche entre los dos bloques que plantee el entrenador insular. Si la UD Las Palmas quiere controlar las acometidas rojiblancas deberá plagar la zona central con jugadores de músculo, y sobre todo plantear un tú a tú en las bandas para privar de libertad a Filipe Luis y Juanfran, que son dos puñales. Las superioridades numéricas que podría montar el Atlético son clave para desequilibrar el marcador, por lo que la retaguardia insular haría bien en tener una formación compacta, en la que los eslabones de la cadena defensiva vayan acorde a las circunstancias del juego y contrarresten con un nivel de contundencia que esté a la altura de los intentos de derribo del Atlético de Madrid a la portería de Raúl Lizoain.

Si el juego del Atlético careciese de fluidez, son numerosos los peligros que podrían llegar a la portería de Oblak. Sergio Araujo y Jonathan Viera tendrán que pelear contra dos bravos centrales de la calidad de los uruguayos, que con la experiencia que poseen, raro sería que se vieran sorprendidos por la destreza de los atacantes amarillos, que por seguro tienen la ilusión de dejar su huella en el estreno liguero de la UD.

Reitero, el juego por banda es la clave de los de Simeone. El desborde que ocasionen a la defensa amarilla son las amenazas constantes que utilizarán los rojiblancos para traspasar el entramado defensivo de Herrera.