La Unión Deportiva Las Palmas tiene que estar satisfecha. El equipo cambió la imagen que arrastraba de la pretemporada y pudo competir ante una de las mejores plantillas de Europa sin perderle la cara en ningún momento al partido. Hay que quedarse con las ocasiones que tuvo la UD. Los remates de David Simón y Aythami pudieron empatar el partido. Se ganaron varios balones aéreos en el área rival que llevaron incertidumbre a la portería de Oblak. Es un orgullo que terminásemos el partido en campo contrario y compitiendo hasta el minuto 93.
El cambio de sistema efectuado por Paco Herrera me pareció bastante acertado, seguro que el entrenador tenía bastante estudiado al Atlético de Madrid, que permaneció encerrado en su terreno de juego y no encontró espacios para correr entre los tres centrales amarillos, que es donde más cómodo se encuentra el equipo rojiblanco. La disposición táctica fue excelente al ocupar los huecos entre jugadores, no hubo agobios entre los amarillos, que dieron sensaciones de poder competir ante cualquier equipo de Primera División.
La imagen dada en el Vicente Calderón debe ser un aliciente para los jugadores y para los aficionados de la Unión Deportiva, de cara al transcurso de la Liga.
Ayer mostraron la línea de trabajo a seguir, y que despeja las dudas que sembró la pretemporada con la apatía y desgana con la que jugó el conjunto insular.
Vamos a sufrir, no debemos engañarnos. Pero con el juego desplegado en el Vicente Calderón, se luchará en igualdad de condiciones con muchos equipos de la Liga BBVA.
Del partido de ayer debemos quedarnos con la lucha e implicación de los amarillos, y recordar que se perdió debido a un gol accidental que proviene de una falta un tanto dudosa, todo hay que decirlo.
El equipo no decayó ante este infortunio y supo generar oportunidades contra todo un grande como es el Atlético de Madrid, al que trató de tú a tú.
