La Provincia - Diario de Las Palmas

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Inventario de perplejidades

Peligros del radicalismo

La penúltima crisis financiera ha sorprendido, de vacaciones en Mallorca, al presidente de Bridgewater, un fondo de alto riesgo norteamericano que mueve unos 143.000 millones de euros. El señor Ray Dalio, al que se le supone un cierto conocimiento de los entresijos económicos, se muestra relativamente preocupado por la burbuja de China y por los efectos que eso pudiera tener en el conjunto del sistema capitalista, aunque confía en que las autoridades de Pekín tomen las medidas necesarias para cambiar el modelo de producción que tan buenos resultados les dio. No obstante, manifiesta una mayor inquietud por el exceso de deuda mundial, por las presiones deflacionistas, por el escaso margen de maniobra de los bancos centrales, por un posible aumento del precio de dinero en EE UU (que considera un error), por el devenir de la crisis griega (que equipara a los efectos de la Gran Depresión) y por, asómbrense, la posibilidad de que en las elecciones generales en España pudiera llegar al poder una coalición radical. El señor Dalio entiende el enfado del electorado español por los recortes sociales pero confía en que no acabe por entregar su voto a otras opciones que no sean el PP y el PSOE, es decir, los dos grandes puntales de la estabilidad institucional. Y lo expresa en términos melodramáticos. "Espero que los españoles no olviden", dice, "las terribles y ruinosas consecuencias que hemos visto en Venezuela y recuerden el destructivo enfrentamiento de los extremos en la Guerra Civil. Mi preocupación sobre España, y Europa en general, es que la impaciencia, aunque comprensible, derive en cambios radicales que provoquen resultados desastrosos. Aunque no creo que sea el escenario más probable, la mera posibilidad de que eso ocurra es el peor escenario posible". El hecho de que Ray Dalio maneje el destino de una fortuna tan considerable (un 13,5% de nuestro PIB) no le concede autoridad suficiente para avanzar un juicio certero sobre la situación española, y menos aún para compararla con la que se vivía en el momento previo al estallido de la Guerra Civil. 79 años más tarde no parece equiparable el triunfo del Frente Popular con el de una coalición forjada en torno a Podemos. Por otra parte, la situación social interior y el entorno político exterior en Europa y en el resto del mundo (auge del fascismo, el nazismo y el comunismo) no son comparables. Ni siquiera con un triunfo electoral aplastante de lo que algunos llaman una coalición radical nos encontraríamos ante el riesgo de un enfrentamiento civil armado como el que se vivió entre 1936 y 1939. Y tampoco parece que en el ámbito de lo que llamamos poderes fácticos se este gestando en la sombra el apoyo a un golpe de estado. De las declaraciones del señor Dalio solo cabe deducir que el dinero es especialmente temeroso. Un mínimo riesgo lo pone de los nervios.

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