El papa Francisco acudió esta semana a una óptica en el centro de Roma para renovar sus gafas y sorprendió así a los turistas que se encontraban en la zona, según informó el diario vaticano L'Osservatore Romano. El pontífice se desplazó en coche hasta una óptica que se encontraba en vía del Babuino, muy cerca de la céntrica Piazza del Popolo. Ya en el interior, se sometió a un examen óptico y se probó diversas monturas, mientras decenas de personas se congregaron en la puerta del establecimiento para poder verle salir y recibir su saludo.

El propietario de la tienda, Alessandro Spiezia, relató después de la visita que el Papa le indicó que solo quería "renovar sus cristales". "No quiero una montura nueva, solo necesito renovar los cristales. No quiero gastar", indicó el Papa, según el testimonio de Spiezia.

El propietario de la óptica también explicó que el Pontífice le pidió que le indicara el precio del servicio: "Por favor Alessandro, me dice lo que cuesta para pagarlo", le dijo Jorge Bergoglio.