El hermanamiento entre la villa mariana de Teror y el municipio asturiano de Nava, obra de Juan de Dios Ramos y Julián Fernández Montes, por el extremo peninsular, con la mediación de José Manuel Cueto, ha dado frutos abundantes. Este pasado julio se vio a terorenses en el Festival de la Sidra y ayer, en la tele canaria se veía en la basílica del Pino a Jaime Díaz, sacerdote de Nava, junto a sus colegas del presbiterio canario y vecinos de Teror.