La política portuaria que se dirige desde Madrid a través de Puertos del Estado por medio del Fondo Interportuario, es tan absurda que en estos momentos la Autoridad Portuaria de Las Palmas está contribuyendo a construir la nueva Estación Marítima para cruceros en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, cuyos rectores consideran la más moderna y mejor dotada de todas las islas macaronésicas.
No se sorprenda estimado lector, pero es que la Autoridad Portuaria de Las Palmas tiene previsto aportar al fondo estatal este año 1.584.000 euros, mientras nuestros vecinos solo entregan 797.000 euros. Pero en cambio estos reciben del citado fondo 7.134.000 euros, mientras que a los puertos de Las Palmas solo le corresponden 3.389.000 euros, es decir menos de la mitad de los recintos tinerfeños.
Este super-regalo obedece al hecho de que el baremo elegido para el reparto por Puertos del Estado contempla el movimiento de pasajeros, donde la provincia tinerfeña controla toda la actividad al 100% de las islas occidentales, mientras que Las Palmas se reparte entre los puertos estatales y autonómicos, primando solo los primeros para el cómputo del citado fondo, a pesar de mover nuestra provincia mayor número de viajeros con todos sus recintos.
Si a esto unimos que Puertos de Las Palmas tuvo un beneficio de casi dos millones más de euros que los de Santa Cruz de Tenerife con una rentabilidad superior, vemos que no es justo, mire por donde se mire, que en ese reparto del fondo no haya un equilibrio en función de necesidades similares, toda vez que los baremos que se toman no se ajustan a la realidad del movimiento total de viajeros en este Archipiélago. Pero mientras tanto nuestros vecinos aún con rentabilidades inferiores a las nuestras, gozando de un beneficio extra con el dinero que les enviamos desde aquí, vía Madrid.
