El daño que suponen para España los recortes que ha hecho nuestro Gobierno en Sanidad no es nada comparable con el que sufrirán los catalanes si prospera el referéndum del próximo día 27, llevado a cabo por el interés personal de unos desalmados que tratan de esquivar la acción de la Justicia española (clan Pujol y afines) apoyados por otros separatistas ignorantes; en total, una minoría. Si prospera, el clan frenará así todos los procesos de la Justicia española, creando ellos de inmediato otra a su medida. Y los recortes hechos en Sanidad son algo muy serio: un prestigioso asesor internacional en asuntos sanitarios ha confirmado que por cada 80 euros que se recortan aumenta un 1% la mortalidad. En España han recortado 160 euros por persona en los dos últimos años, lo que significan que han muerto 13.000 personas a las que aún no les había llegado su día, precisamente porque se ha hecho un recorte en el más amplio y dañino sentido, pues recorta directamente la vida de los enfermos.

Cataluña ya cuenta con experiencia previa, pues mientras abre embajadas inútiles en el extranjero, va cerrando hospitales en su propia casa. Piensa esa minoría que podrá entrar en Europa, y sabe que es falso, pues nadie habría echado a los catalanes de España ni del Eurogrupo, se marcharían ellos solos al abandonar un Estado que es miembro de la Unión Europea, por lo que su entrada (que no el regreso) estaría supeditada a unos requisitos que no reúnen ni reunirán nunca. Creen los ignorantes que podrán ahora traspasar y conectar el cordón umbilical succionador que tenían asido a nuestro Estado para seguir su abuso ahora con la Unión, que no estará dispuesta a sufragarles a cambio de despilfarros y disgustos; en los gobiernos europeos no existen los tontos útiles que tenemos en el nuestro. Ganar, por tanto, el próximo referéndum en Cataluña sería el inicio de un recorte drástico de la vida para todos los catalanes.

Lanzarote