Un pueblo será lo que sea su rey, presidente o jefe, Rajoy ha demostrado ser una calamidad para el mando. Por tanto, un presidente cobardón frente a otro decidido como A. Mas, es una lucha perdida desde el principio. Ambos deberían estar en la cárcel por traición a España, uno por omisión y otro por acción. En el horizonte no se ven buenos políticos, Rajoy y el PP son una desgracia, pero los progres han sido y siguen siendo una tragedia en todas parte donde gobiernan o han gobernando.

Rajoy no apagó el fuego al principio, dejó que las llamas se extendiesen, después ya no fue posible. Un presidente que dejó sin castigo los incumplimientos de las leyes fundamentales del Estado no es un presidente. Un presidente que ha eliminado a Cristo de su pueblo, le ha dejado sin moral. Y cuando el pueblo se separa de Dios los castigos le llueven durante años o siglos hasta que se vuelve a Él, arrepentido y humillado. Lo cuenta la Biblia cientos de veces. Desde entonces la batalla está perdi- da. Artur Mas no ha tenido que esforzarse mucho.

Solo queda una posible solución: que la Virgen María Santísima, patrona de España, nos eche una mano por los servicios anteriormente prestados. Mas para esto hay que pedírselo y ¿cómo se lo pedirán si nuestros gobernantes son mayoritariamente ateos y afiliados a la masonería y otras asociaciones parecidas? Nos queda una parte y muy pequeñita de pueblo sano, no contaminado. Es hora de que despierte. Los que pretenden la destrucción de España están a punto de conseguirlo. Han hecho un buen trabajo.

Que el Señor nos bendiga y ayude.

Gran Canaria