La Provincia - Diario de Las Palmas

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El periscopio

Historia incompleta, Opus 9

Mas, y su cuadrilla de desvertebradores secesionistas, aseguran que el rey de España ha ido a Washington para que su majestad Obama le apoye en la idea de mantener la unidad española, ya que ellos, los usianos, ayudarán a una "unified Spain". Es la primera visita del monarca español al país más poderoso de la Tierra (o, al menos, eso creen) y se siente más que satisfecho porque ya son tres las naciones que han opinado sobre la necesidad de mantener la cohesión hispana: Angela Merkel, de la Alemania post-nazi; un tal Cameron, ex primer ministro de nuestra amiga Gran Bretaña (aunque no nos devuelva Gibraltar) y ahora el apoyo moral del Premio Nobel Obama, concedido sin ton ni son. Algo es algo...

De la historia de Cataluña poco se puede decir ya que no se conozca. Ellos pasaron por el dominio ibero, fenicio, romano, árabe, visigodo, castellano-leonés y aragonés. Formaron parte de la Marca Hispánica, tuvieron sus condes, marqueses y demás nobleza, tutelados, unidos o federados a la corona de Aragón. Pero realmente independientes solamente lo fueron ciento cincuenta años, desde el gobierno de Ramón Borrel II (972-1017) hasta que se fusionaron con la corona de Aragón en 1137. Así que no extraña que, a estas alturas, poseyendo una lengua propia, unas tradiciones, una idiosincrasia, etc, muchos de sus habitantes sientan el deseo de convertirse en una nación independiente. Esta es una cuestión muy discutible y no me pongo ni de un lado ni de otro. Me coloco en el centro, aunque yo mantengo que la unión hace la fuerza. No se debe olvidar que la nación española está formada de retazos de otros territorios que a lo largo de la historia se han ido uniendo como piezas de un puzle, pero no sin cierta resistencia. Los canarios fuimos también piezas de ese puzle y muchos de sus habitantes tuvieron que mantener a raya, por un tiempo, a pedrada limpia, a los bien armados y altivos castellanos, que al principio, capturaban a guanches y adláteres para venderlos como esclavos al mejor postor. No me vengan ahora con las historias culturizantes y evangelizadores de los Reyes Católicos y las tropas y frailes a sus órdenes, que todavía sufrimos vergonzosos rankings de carencias. Claro, hay que tener en cuenta que en aquella época aún no existía el concepto de lo que eran los derechos humanos. Todo se hacía por derecho de conquista y no había más que discutir. ¡Y pobre del que se atreviera!

En la actualidad, la Europa Comunitaria se encuentra muy preocupada por esa continua avalancha de sirios, de somalíes, de etíopes, de afganos, y de exiliados, represaliados y desocupados y hambrientos del mundo que tocan a las puertas de los palacios de los privilegiados para ver si pueden sobrevivir, o al menos, intentarlo. Europa está angustiada y no encuentra solución, porque no tiene cama, cobijo ni trabajo para tanta gente...

Se habla de ser solidarios, pero no solamente que lo sea un pequeño continente densamente poblado, porque se trata de una cuestión planetaria. Es hora de que todas la naciones y la ONU, que está para resolver los conflictos, de la índole que sean, de las naciones del mundo, intervengan también.

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