La Provincia - Diario de Las Palmas

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Solo un minuto

¡Viva San Miguel!

Amigo Lucas, pasado mañana 29 celebramos la fiesta de San Miguel y Valsequillo está que arde, no de incendios, sino de alegría por los regalos que siempre trae San Miguel. Recuerdo que mis abuelos me decían que ese día el diablo estaba suelto de forma especial, y de verdad que no dudo que ese bicho ruin continua tentando y haciendo caer al que vive despistado. Oye, el minuto de hoy se lo dedico con alegría a ese santo Ángel que tiene arte para alejar a los enemigos con su buena espada recordando con gusto todavía que cuando yo era pequeño me decían que nuestro arcángel tenía gran poder en el cielo y en la tierra y esto me llevó siempre a pedirle que nos eche una buena mano para no ver a tanta gente viviendo en la miseria, y a tanto emigrante que no sabe a dónde ir...

Creo que una vez te dije que yo tengo cercanía con el pueblo de Valsequillo por ser mis padres de ese lugar donde yo hice mi primer aterrizaje en el vientre de mi madre, Pinito Suárez, que vivía en el Colmená junto al Cuartel y junto al barranco a donde solía ir mi madre a lavar la ropa. Sí, una vez creo que te dije que precisamente en el Colmená junto al barranco fue el lugar donde mi santa madre me concibió latiendo mi corazón allí por primera vez. Sí, allí fue donde mis abuelos maternos, Panchito y Clarita, tenían su casa y su tierra de labranza donde plantaban millo para luego hacer gofio... De verdad que mi niñez en aquel mundo me trae buenos recuerdos como cuando el barranco llevaba agua donde los chiquillos lo pasábamos bomba bañándonos en pelete como Dios nos trajo al mundo, cosa que a nadie molestaba. Puedo decir que, habiendo pasado más de 70 años, no me olvido del molino del Sr. Higinio Suárez, ni de la cogida de almendras y de tunos, ni me olvido del pequeño corral donde mis abuelos ordeñaban las cabras y recogían a diario los huevos... Sinceramente nunca olvidaré aquellas cenas gustosas con leche escaldada y luego aquel rezo del santo rosario al acabar el día.

Te aseguro que fueron mis padres y mis abuelos los que me enseñaron a rezar terminando el día con el rezo de las tres avemarías a la Virgen y diciendo también a San Miguel todas las noches: Ángel de mi guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día.

De verdad que recuerdo con gusto al gran sacristán Jacinto Martel, a los hijos de Pepito el Árabe y al buen cura D. José Negrín que era todo un patriarca siendo capaz una vez de decirle en público a mi madre, al ver que ella me pellizcaba para que yo no me durmiese en misa: "Deje, Sra. Pino... que su hijo duerma, que más peca Ud. despertándolo que él durmiendo en los brazos de Dios".

Amigo Lucas, hoy le pido a San Miguel que proteja al Papa para que su doctrina llegue a todas partes y que de paso bendiga a todos los que limpian esta sociedad contaminada de muertes de pequeños en los senos maternos, de destrozar nuestra madre la Tierra, de cerrar puertas a los emigrantes que huyen de sus países...

Ruega a San Miguel que nos ayude a limpiar nuestro corazón para amar mejor, y compartir con los que no tienen y di a los amigos que abran a diario la Biblia que es el mejor wasap que ayuda hoy a conocer y a saborear los misteriosos personajes que son los ángeles y los arcángeles entre los que se oye el grito del gran San Miguel: ¿quién es como Dios?

¿Sabias que San Miguel Arcángel es el gran líder del Ejército de Dios y que en los iconos ortodoxos San Miguel es el arcángel más representado? Por eso te pido que le reces para que nos eche una buena mano y así saber detectar a los diablos vestidos de ángeles buenos, aún en nuestra sociedad. Oye, termino el minuto de hoy felicitando a los Migueles y Micaelas y que el gran Arcángel bendiga al Monasterio benedictino que desde el día 14 de septiembre se ha incorporado a la Congregación Sublacense-Casinense llegando ya a su madurez y a un reconocimiento eclesial. Le doy gracias desde aquí a nuestro gran cura D. Santiago Díaz Peñate, que fue quien en noviembre de 1977 puso en marcha este monasterio bajo la tutela del abad de Silos. De corazón felicitamos hoy a los ocho monjes del monasterio deseándoles que tengan siempre un semillero de vocaciones contemplativas para bien de la Iglesia canaria y que viva muchos años siendo una hoguera divina ardiente en nuestra Diócesis de Canarias.

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