Ruido. Sonidos molestos aparte, el término se emplea en el entorno de la Comunicación para definir toda aquella información intrascendente que embarra los canales. Voces que acaban desechadas por el usuario, bombardeado, cada vez más, por la constante emisión de mensajes que saturan su timeline.
Pero claro, en las redes sociales muchas de las acciones que se programan tienen como objetivo, precisamente, generar ese ruido. Porque el bombardeo no deja de captar cierta proporción de acólitos. Y porque viste un montón tener presencia online, oiga. Vamos, que ya es algo ineludible.
En el caso, por ejemplo, de las elecciones generales que acontecerán a finales del año en curso. ¿Está usted preparado para envenenarse, apasionarse o tomar posiciones, incluso, en la inminente campaña? La partida, sin duda, también se jugará en el Social Media con fuerza y agresividad indefectible en la difusión. Será agotador, especialmente para los profesionales que deben dar cuenta del discurso de los candidatos. Y para los equipos de comunicación de cada sigla, que afilan el hacha y pulen el escudo, porque las réplicas se dan con mazo en estos casos.
Para el ciudadano, votante potencial, siempre es interesante disponer de más elementos de juicio para evaluar qué le ofrece cada papeleta. Las redes están ahí para juzgar esos mensajes y su vigencia. Pero el ruido que imperará en los meses sucesivos no tendrá forma de urna: será el de un sable láser que se activa con inconfundible zumbido. Hasta fin de año, el entorno digital vivirá el anticipo de un hito global, que se comerá el hilo de actualizaciones como un caníbal en ayunas.
En efecto, en diciembre se estrena la próxima película de la saga Star Wars. Los trailers, el material promocional y los memes de La Guerra de las Galaxias llevan todo 2015 en curva creciente, pero la cosa va a más. Sin duda, para el aficionado a las redes, Star Wars se convertirá en el mayor acontecimiento de los últimos lustros. Una promoción masiva y la reacción de millones de fans que, por otro lado, también miden la dimensión del propio entorno social en línea. No se habrá visto nada igual: tremenda explosión de merchandising con las Navidades en las puertas, cientos de subproductos, crescendo de la melodía de John Williams y un senecto Han Solo de vuelta (y aquí ruge Chewbacca). La mayor explosión digital de la historia. El festín de los sociólogos. Y la línea futura de emulsión para cualquier gran producto audiovisual en internet.?
