Al Herbalife Gran Canaria todavía le falta. O le falta, al menos, para competir contra equipos de la entidad del Barcelona. Quedó bastante claro en el partido de ayer que el equipo de Aíto García Reneses aún no está preparado para un reto tan grande como es superar al Barcelona Lassa. La ausencia de trabajo defensivo fue el mayor pecado de los amarillos. El conjunto de Xavi Pascual ganó con facilidad a pesar de no realizar un partido con alardes. Necesitó un poco de Satoransky, de Doellman y de Pau Ribas, y casi nada de Ante Tomic y el resto de figuras para superar con comodidad al Granca.
El partido, a excepción de unos pocos minutos en el segundo cuarto, estuvo demasiado marcado por el bajo nivel con el que ha jugado el Gran Canaria. Sobre todo en defensa. Ahí ha estado el agujero porque el Barcelona tampoco ha tenido un acierto excesivo en el tiro.
Antes del descanso tuvo momentos el Gran Canaria en los que podía acercarse. Para ello necesitaban amarrar su propio aro, pero no estuvieron sólidos. El Barça contó con demasiados triples muy solos. Fueron, en ese cuarto y en el resto del duelo, demasiadas oportunidades para tiradores de reconocido prestigio, demasiadas situaciones cómodas para tirar. Por ahí vino el problema. Los primeros triples de Doellman desarbolaron el sistema defensivo. Y la pena es que ofensivamente tampoco estuvo el Gran Canaria al nivel adecuado para llegar a poder igualar el encuentro. Esos desajustes los provocó el propio equipo claretiano con malas defensas.
Al Gran Canaria le pesó el momento en que llegó el partido, tras una pretemporada complicada porque muchas de sus figuras llegaron tarde. Hay mucho que mejorar. Todavía falta fuerza grupal para ser duros atrás y luego encontrar entre todos las mejores opciones ofensivas. Pero sobre todo en defensa porque ese concepto de grupo que siempre ha caracterizado al Gran Canaria no dio ningún rédito en el partido de ayer como para competir contra un Barcelona que sin estar al cien por cien ha logrado una cómoda victoria.
A pesar de que Kevin Pangos y Alen Omic registraron buenas cifras no hay demasiadas lecturas positivas que sacar. Sus aportaciones no fueron suficientes para agarrarse al partido. Así, por lo mostrado en Málaga la cohesión colectiva no es buena como para competir con el Barcelona. La prueba ha sido muy dura y quizás para competir a otro nivel sí. La semana que viene contra el Gipuzkoa lo comprobaremos.
