De nuevo los agravios que no cesan, esta vez con Puertos del Estado y una rica muestra donde escoger a gusto de quien lo desee. No hay posibilidad de tocar estos temas sin que le tachen a uno de pleitista y que nos cuelguen el sambenito de insularista, palabra a la que le han inoculado un carácter nefando, con lo que paralizan o cuando menos frenan que se hable con normalidad de lo que ella supone; de suerte que han conseguido que quien ejerce de insularista, no lo es; el insularista es quien habla de los milagros del insularismo. De ahí que ante un presidente del Cabildo chicharrero que puentea a su Gobierno, en concreto a la consejera de Obras Públicas, Ornella Chacón (PSOE), yendo a Madrid a conseguir dinero para el anillo insular de Tenerife, sean poquitas las voces que se han dejado oír por aquí. Sorprende en este personaje, pero no tanto. Es el modus operandi habitual: el ventajismo y la zancadilla y la avilantez de que hacen gala, junto al ombliguismo que les impide ver que no están solos, aislados en su Isla. Carlos Alonso sin duda llevaría de su presidente carta de presentación para empezar a hablar con el Ministerio de Fomento; no se va presentar por la cara, por lo que es claro que Clavijo amparó el puenteo. Éste no ve prioritaria la carretera de La Aldea-El Risco, un siglo marginada; para él debe seguir esperando. En un acto sin precedentes el Parlamento, animado por Barragán, llamó al orden a su presidente y a Carlos Alonso, poniendo las cosas en su sitio. Por su parte el PP introduce una sibilina cuña desestabilizadora en el pacto de gobierno canario siguiéndole el juego al presidente del Cabildo.
Fernando Clavijo, como su predecesor, se prodiga por aquí haciendo gala de buen rollito, asistiendo a todo lo que puede, atándole el zapato a nuestro Pepe Dámaso, cultivando su imagen de hombre cercano, pero no llama al orden a su compañero Alonso; sí en cambio le afea al presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, por este reclamar a Puertos del Estado el mismo trato ventajoso que dio al Puerto de Tenerife, mientras hace público, sorprendentemente, que le parece bien que Alonso tire para su Isla. Esto es normal, es a lo que nos tienen acostumbrados; lo que ya no lo es tanto es la extraña postura que ha tomado el partido insularista, creado para recoger el sentimiento de maltrato, que existe, a esta Isla: Unidos por Gran Canaria. Ese partido local, ante el trato vejatorio que no cesa, ¿qué dice?; mejor, ¿dónde está? Su anómala conducta de mutismo, ¿se deberá a la expectativa de ir coaligado con CC en las próximas elecciones generales del 20-D? Dos cosas iguales a una tercera son iguales entre sí.
Hacen lo que les da la gana sin importarles el sentimiento de los demás. Que agencias de viaje truquen fotos del faro de Maspalomas situándolo en Tenerife, en clara tomadura de pelo a Gran Canaria, que es siempre la que pierde, está mal, pero pasa. Que sea el mismo Gobierno de Canarias por medio de Promotur quien en su página web promocione las playas de Tenerife, El Hierro, La Gomera y Fuerteventura con el eslogan "Playas para disfrutar todo el año" utilizando una panorámica de nuestra playa de Las Canteras, ya no tiene perdón. Para que se haga justicia con Gran Canaria, ¿qué hace el fundador y los miembros de UxGC? Y los demás representantes políticos y organismos sociales de la Isla, ¿por qué no han levantado la voz censurando el pitorreo, al tiempo que exigiendo a los responsables rectificación y el compromiso de que no volverá a suceder? También hay pruebas indubitables de que Coalición Canaria (Tenerife) es la organización que corta el bacalao en esta Comunidad. Pueden romper cualquier compromiso al que hayan llegado cómo y cuando les da la gana, sin que ello les reporte ningún perjuicio. Tienen desde hace tiempo la sartén por el mango. Ahí vemos el culebrón del incumplimiento del pacto en El Hierro. Primero fue el PSC, que tuvo como consecuencia la expulsión de los díscolos y la dimisión del secretario insular, Alpidio Armas, y resto de los miembros de la Ejecutiva ante el ataque furibundo de CC a Ferraz. Hubo retirada de la moción de censura a la AHI-CC en el Ayuntamiento de La Frontera, provocando el reingreso de los ediles en el PSC. Ahora que los nacionalistas consiguieron desactivar la moción de censura, son ellos los que incumplen con los socialistas y les importa un rábano cómo han quedado de corridos y sus orgullos mancillados, pues se han hecho con el santo y la peana de la situación. El PSC se queja ahora del incumplimiento de AHI y su ausencia de voluntad de acuerdo y sus actitudes de imposición. Cuándo se darán cuenta que los nacionalistas sí pueden romper los pactos en cascada y no les pasa nada, impidiendo que se los rompan a ellos, cosa que siempre consiguen pues son los dueños políticos de esta Comunidad Autónoma. Esperaba yo ver una respuesta clara, contundente, de voces autorizadas denunciando estos tejemanejes. Ella no se ha dado, por lo que ante su ausencia, ¿debemos nosotros también callar, para no molestar?
