Hay servicios o trabajos públicos que se han convertido en un riesgo. Por ejemplo, ser examinador de carné de conducir. La violencia no solo ha llegado a las aulas, a los centros de salud, a las ambulancias también a los vehículos de las autoescuelas. Más de 1.500 aspirantes a sacarse el carné en Canarias están a la espera de que concluya la huelga de examinadores. Es silencioso el conflicto pero está resultando muy perjudicial.