Coca-Cola; luego, Coca-Cola light; luego, Coca-Cola nueva fórmula; luego Coca-Cola classic; luego, Coca-Cola botella original. PSOE marxista; luego, PSOE socialdemócrata de puño y rosa; luego, PSOE institucional sube la rosa y baja el puño; ahora PSOE de puño y rosa 1982, socialismo vintage. De los productores de "Universalización de la Seguridad Social" y "Entrada en la UE", "El retorno del puño y la rosa". Si te gustó Felipe González, te gustará Pedro Sánchez. Ahora mismo, el mayor número de votantes defraudados y depauperados no autoexcluidos del bipartidismo puede ser víctima de la nostalgia. O ronda y supera los sesenta y fue joven en las elecciones del 28-O o vive esa primera nostalgia de la infancia, a los 40, que se agrupa como "yo también hice BUP" y fue niño bajo el felipismo. Rememora tu juventud o paladea tu infancia. 1982: El cambio y cien años de honradez. 2015: el recambio y 30 años de logo.
Por la franja de los mayores ese puño y esa rosa son un avance al pasado; por el de los de EGB, un regreso al futuro, la secuela esperada, y el puño coincide con el de Mazinger y la rosa, con el color de la pantera del pastelito. En un presente en el que 1 de cada 4 trabajadores está en el paro y casi 1 de cada 5 en la soledad helada del autoempleo en tiempos de crisis, el logo collectible les puede llevar al confort de las tardes jugando con los "Click", los muñecos obreros de un juego de grandes construcciones y grandes tripulaciones cuando la mayor conmoción empresarial de la imaginación infantil fue que pasaran de ser de Famobil a ser de Playmobil.
El logo conmemorativo desempolvado no tendrá jamás capacidad de promesa de la primera vez porque reaparece en un mundo en el que el objetivo es una felicidad de azúcares refinados, grasas hidrogenadas y gran densidad energética donde la gran expectativa vital es tener "cada día Phoskitos, regalos y pastelitos".
