Una pareja inseparable en este baile financiero agarrao. Compañera irresponsable en sus pasos precarcelarios. Como una amante fiel portadora de sus turbios secretos contables; grabados en lo más profundo en su negra impresión. Y él, temeroso y protector de tan preciado "tesoro". Otra persona se interpone entre ambos, conocida y justiciera, alias "la Haciendosa", que sus dientes quiere "hincarle". Ella, Carpeta, se llama, su fiel cómplice; se siente ya, un poco cansada, sobada, de esas manos posesivas en las que se bailan su presupuesto; cuyas cifras lleva impresas sus vidas (idas y venidas) en los "nidos de amor" bancarios. Esperando el fichaje definitivo del numerar carcelario, que con fecha definitoria marcará el destino premonitorio de sus desatinos, que los separará para siempre. Él, al "trullo", descansará hasta hartarse años ¡ah! y ante Montoro, al fin cantará. Ella, Carpeta, no sale ilesa, de mano en mano acabará y, al fin en el cajón de Montoro caerá, que un buen "repaso" le dará. y, luego, al fiscal que la "ojeará". Al final irá junto a otros legajos con el polvo, a perpetuidad. (Vaya "perra" que he cogido con Rato).