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Obituario

Hasta siempre, José Luis Reina

Debía andar en Juventudes Socialistas cuando le conocimos. Poseía el entusiasmo del activismo juvenil pero, a la vez, lucía un tul de mesura y equilibrio con que el vestía la madurez temprana. Era capaz de arengar a los jóvenes que se abrían paso, llamados por la democracia y la política, entonces que soplaban aires de libertad y pluralismo. Pero igual exhibía talante negociador cuando ocupaba asiento en cualquiera de los foros que se convocaban para analizar situaciones y dar pasos firmes hacia la búsqueda de una alternativa.

También militó en la Unión General de Trabajadores (UGT), tan dado que era a propiciar acuerdos en los convenios colectivos y a tratar de resolver por las buenas alguna situación particular que entrañaba alguna conflictividad. Se empeñó en publicar un libro con la historia abreviada del sindicato en Canarias y lo logró.

Después, durante los ochenta, fue concejal con el PSOE en el Ayuntamiento de La Laguna. Y con Pedro González de alcalde. Se hizo pronto con las riendas de la gestión de áreas y administración pública. El olfato político y la experiencia adquirida, que empezaban a ser muy estimables, le ayudaron una enormidad. Se convirtió en hombre fuerte del gobierno local.

Hasta que decidió dar el salto. José Luis Reina dejó la política, sin renunciar a su ideología progresista, para asumir sus funciones ejecutivas en una empresa de transporte aéreo. Tenía tiempo para coordinar las salidas de vuelos, obtener y conservar la tarjeta de embarque de algún pasajero retrasado, resolver sobre la marcha un desplazamiento urgente de última hora y negociar alguna campaña de comunicación o discutir los contenidos de la revista de la compañía. Todos sabían el número de su móvil, todos le requeríamos para algún apuro. Y allí estaba, firme y solidario. Era, sin duda, un todoterreno, curtido en los fríos laguneros y ensolerado en los aires de Las Canteras, donde decidió vivir, junto a Marianela y los suyos, los últimos años.

Nos sentamos juntos el día que los nuevos consejeros del Gobierno de Canarias tomaban posesión. Nos emocionamos al unísono al ver asumir a Aarón Afonso. "Igual que el padre", comentó Reina en voz baja. Después le dijo lo que tantos: "Yo era muy amigo de Paco".

Sabía entonces que la enfermedad había tocado a su puerta. Fue la última vez que nos vimos y abrazamos. La sobrellevó en silencio y sin miedo. Se ha sido uno de esos que no se deberían ir nunca. Un amigo, un compañero, un caballero: José Luis Reina.

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