La Provincia - Diario de Las Palmas

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Tropezones

La nanorrevolución

Les pido un pequeño esfuerzo, y que no cunda el pánico. Si quieren podemos cambiar el título por el de "artesanía molecular" más familiar pero de ningún modo más apropiado para proclamar la descomunal convulsión tecnológica que se avecina, y que lo queramos o no está ya cambiando nuestras vidas.

Intervenir a la escala más pequeña de la materia nos permite manipular las moléculas, y modificar así sus características. (Estamos hablando aquí del nanómetro, la millonésima parte de un milímetro).

Para que se hagan una idea de las posibilidades de esta nueva manipulación de la naturaleza a escala microscópica, éstas son algunas de las líneas de investigación, entre las cuales muchas han culminado ya en productos comerciales.

Transformar un producto rígido en flexible.

Convertir en soluble un material indisoluble.

En pequeños objetos transformar la difracción, consiguiendo su invisibilidad (no es coña: ya se han alcanzado logros en este sentido).

Reforzar la resistencia de los materiales tradicionales (con una nanofibra perfecta se po-dría levantar un coche con un alambre del grueso de un hilo de coser).

Con revestimiento de nanopartículas en los cristales se podrá filtrar la luz del sol que entra por nuestras ventanas, e incluso seleccionar el color que se deje pasar.

También cristales autolimpiables, repelentes de la suciedad.

En medicina se conseguirá gracias a la nanoescala una mejor "puntería" en los tratamientos de células cancerosas.

Y gracias a la escala molecular un transporte directo y eficiente de los nanofármacos a la zona lesionada o enferma.

Incluso se está ya experimentando con la fotosíntesis artificial. ¿Pero se imaginan Uds. las posibilidades que se abrirían en este nuevo campo?

¿Y qué me dicen de textiles impermeables, pero que respiren, o hebras prácticamente indestructibles?

¿Pero todo esto quién lo financia? Porque no se nos esconde que a estas escalas, las herramientas de microelectrónica y su manipulación son complejas y muy costosas.

No se preocupen, desde que en el año 2000 el presidente Bill Clinton le regalara al California Institute of Technology (Caltech) los primeros 500 millones de dólares para iniciar el desarrollo de los estudios nanotecnológicos, las cifras se han disparado y en la actualidad la investigación mueve en todo el mundo miles de millones de dólares, y los hallazgos en este campo han dado ya varios premios Nobel.

Como simple ejemplo de aplicación de esta tecnología, les propongo El libro que limpia el agua, ya en el mercado bajo el título de Libro bebible: sus cien páginas son en realidad otros tantos filtros de papel tratados con nanopartículas de plata y cobre que, utilizados como tales, se encargan de destruir cualquier bacteria del agua.

En los países subdesarrollados donde se utiliza un solo libro puede filtrar el agua correspondiente al consumo de agua potable de una persona... durante cuatro años.

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