La Provincia - Diario de Las Palmas

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El callejón del gato

Somos un blanco fácil

Somos un blanco fácil. Esa gente no quiere negociar, quiere que el califato se instale en la tierra y nos quieren muertos o vencidos. Por otra parte, es una falacia que una guerra prolongada debilite al enemigo, la gente está harta de guardar un minuto de silencio, porque a pesar de que cada vez hemos aumentado la intensidad de la lucha no avanzamos y nos acercamos a una guerra global. Si vivimos como en el pasado será difícil la victoria, ellos ya no utilizan las redes e Internet de forma convencional para comunicarse, todo está permitido para engañar al infiel. Repito, somos un blanco fácil.

¿Qué hacer frente al "buenismo" de algunos que aún creen que con buenas palabras el Estado Islámico va a cejar en su propósito de acabar con Occidente? Tenemos que tener una idea clara de qué es lo que pretendemos hacer y el firme propósito de llevarlo a cabo hasta las últimas consecuencias. Dicho esto, me preocupa que todos los partidos a la hora de la verdad, y con un ojo puesto en las próximas elecciones, entonen el "sí, pero no" o, lo que es lo mismo, como siempre, querer sorber y soplar al mismo tiempo, ¡ay de los tibios!

¿Cuándo empezó toda está locura? Quizá fuese en Afganistán hace veinte años pero quejarnos por la leche derramada no nos lleva a ningún lado. Ahora no nos queda otra que cerrar filas con nuestros aliados y defender con uñas y dientes nuestro sistema de vida. ¿Qué ha pasado en Francia? ¿Por qué ciudadanos franceses, de origen magrebí, en segunda o tercera generación, asesinan a compatriotas sin compasión? Posiblemente la política de integración de la V República no ha sido lo suficientemente acertada confundiendo a veces la asimilación con la integración... y no es lo mismo.

En medio de todo este quilombo no es fácil discernir entre islamistas y terroristas donde algunos pervierten la religión utilizando la palabra Dios para emboscarse y perpetrar los crímenes más atroces. Sea una cosa u otra lo que sí parece claro es que el espacio Schengen ha saltado por los aires... al menos por ahora.

¿Se imaginan por un momento que cualquiera de los atentados cometidos en París fuesen perpetrados aquí? Sí, aquí en Canarias. Todo el flujo de turistas que ha sido desviado desde Egipto, Turquía, Túnez o Argel tomaría las de Villadiego camino del Caribe. Ya se sabe que hablar de esto es tabú pero peor es no hablar y no contemplar todos los escenarios donde la realidad terrorista es real y persistente.

Nadie sabe dónde será la siguiente explosión, pero haberla la habrá, lo importante es estar prevenidos para neutralizar el golpe y devolverlo. Una de las desventajas de las democracias que luchan contra las que no lo son es que los métodos son diferentes porque la ley para los zopilotes sólo sirve mientras les sea útil para conseguir los objetivos.

Corremos el riesgo de entrar en un juego de las mentiras y al final no sabremos dónde está el verdadero enemigo. Mientras tanto seguirán muriendo inocentes en nombre de un Dios sanguinario al que nadie quiere parecerse. No hay lugar en el Corán que justifique los crímenes.

Según sean de un bando o de otro la explicación es diferente. Para los yihadistas, nos pasa lo que nos pasa por lo que hacemos, tesis por cierto cercana a la izquierda, pero, para el otro bando no es por lo que hacemos sino por lo que somos.

Esto es la guerra de los treinta años musulmana, donde las tribus suníes que eran cuatro y desorganizados han sido financiados primero y rearmados después hasta llegar donde han llegado.

Uno de los problemas de toda esta gente es que no estiman en nada su vida, convirtiéndose en dueño de la ajena.

Quien acaricia un "tigre" acaba perdiendo el brazo. Acabemos pues con la fiera.

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