Lejos de desaparecer, la violencia hacia las mujeres sigue estando en las noticias diarias. En el año 2015, ya llevamos más de 48 mujeres asesinadas por los que se suponían que las querían, dejando también a muchas otras víctimas, como son los hijos e hijas. Este año un total de 42 huérfanos/as se han quedado sin sus madres por la violencia brutal ejercida hacia ellas, con resultado de muerte. Noviembre ha sido un mes especialmente negro, incrementándose el terrorismo doméstico, lo que evidencia que hay lagunas legislativas y de protección a las víctimas, que están fallando.

La violencia hacia las mujeres con resultado de muerte hubiese llenado páginas enteras de periódicos si fuese la muerte de algún futbolista o si fuese la muerte de algún político. ¿Imaginamos la muerte de 48 futbolistas al año o de 48 políticos por actos violentos?, ¿se trataría entones de un asunto de Estado? Probablemente sí. Sin embargo, la muerte de 48 mujeres de manera violenta, casi pasa desapercibida, pareciera como si ya estuviésemos acostumbrados a ello. Aparece en los medios de comunicación el día que pasa y ya está. En el mejor de los casos se hace un minuto de silencio por parte de las instituciones con algún comunicado y se da por cubierto el expediente. Son los colectivos de ciudadanos y ciudadanas los que salen a manifestarse, los que gritan para ser atendidos. Son los familiares y las víctimas las que reclaman más atención y protección a las víctimas.

Las instituciones públicas tenemos que estar comprometidas con las mujeres, con la lucha y defensa de las desigualdades, con hacer una sociedad más democrática y más justa. Para ello, en la agenda política debe aparecer como objetivo número uno la defensa de todas las mujeres, sus hijos e hijas que sufren la violencia y la erradicación de la misma.

A todas esas mujeres que han sufrido y están sufriendo ahora mismo, en silencio, el terrorismo en sus casas; a todos esos hijos e hijas que sufren el dolor y el miedo en sus hogares, ¿quiénes serán sus voces, si no somos capaces desde las instituciones de salvaguardar y poner todos los medios para que se salga del infierno?

A día de hoy, se siguen dictaminando sentencias donde las custodias se comparten con padres maltratadores, hoy todavía se siguen dejando a los violentos la custodia de los hijos e hijas. ¿Acaso no es contradictorio que los padres violentos con sus madres, tengan el derecho a convivir con sus hijos? ¿No es eso condenar a miles de niños y niñas a soportar con el maltratador una convivencia no saludable? ¿Acaso esos niños y niñas por el hecho mismo de ver actos violentos hacia sus madres no son ellos mismos víctimas? ¿Acaso el hecho de observar un acto violento no es violento en sí mismo?

El municipio de Teror está en contra de la violencia hacia las mujeres y se declara como municipio con tolerancia Cero hacia la violencia en general y en particular hacia la violencia a las mujeres y a sus hijos e hijas.

El Ayuntamiento de Teror, a través de sus representantes políticos, se compromete a trabajar en pro de la igualdad, a proteger mediante todos los servicios de la institución municipal a las mujeres que son víctimas de violencia de género. Nuestras prioridades vendrán dadas desde cualquier ámbito para proteger, respaldar, asesorar, acompañar, resolver, prevenir a las mujeres víctimas de la violencia a sus hijos e hijas.

Nos comprometemos también a ser intolerantes ante la violencia de género, a ser intransigentes con los maltratadores, a no tolerar ninguna forma de violencia sea física o psíquica. Creando con los servicios necesarios un municipio libre de violencia que aboga por la paz y la solidaridad.

Desde el Ayuntamiento de Teror ejecutaremos acciones que vayan encaminadas a concienciar a la población general y especialmente a la población juvenil, a resolver los conflictos de manera dialogada y nunca con la violencia. La prevención es sin duda la mejor manera de evitar la violencia de género. La prevención es especialmente importante en el ámbito educativo, y desde el Ayuntamiento de Teror nos comprometemos a llevarla a cabo en los colegios y centros educativos de nuestro municipio, mediante talleres y prácticas encaminadas a resolver y evitar los conflictos de violencia física y psíquica. Porque es un asunto de Estado y como tal debe ser tratado, y debe estar en las agendas políticas, con las aportaciones económicas necesarias para desarrollar planes y proyectos encaminados a erradicar el terrorismo doméstico hacia las mujeres.

Como alcaldesa del Ayuntamiento de Teror pido a todas las fuerzas políticas representadas en la institución que presido (NC, PP, CC, AXT, PSOE, SÍ SE PUEDE), y a la ciudadanía en general, que trabajemos unidos por la eliminación de la violencia contra las mujeres, poniendo todos los medios necesarios, para que el 25 de noviembre deje de ser un día de luto y se convierta en un día de celebración.

(*) Alcaldesa de Teror