La vida sigue, y como siempre siguen sucediendo los problemas que parecían dormitados en la mente de la mayoría de los ciudadanos con los atentados de Charlie Hebdo, cuando de repente nos sorprenden nuevas noticias aterradoras en la ciudad de París, de los nuevos atentados en la ciudad de la luz y del país de los principios de la libertad de la revolución francesa: "Libertad, Igualdad, Fraternidad" donde el 1er artículo se refiere a que los hombres nacen y permanecen libres e iguales en cuanto a sus derechos... pero de nuevo corrió la sangre de inocentes al ruido de disparos e inmolación de mártires con la promesa del abrazo a Dios por la muerte de infieles. Cuando la mayoría de los musulmanes siguen denunciando las atrocidades que están padeciendo en sus países, y que su religión es de paz. Pero los franceses han demostrado que a pesar de la gran pena, al canto de: "Allows enfant de la patrie" del himno de la Marsellesa; salieron cantando del estadio de Saint-Denis. Este gran dilema de la sociedad mundial en general, de países pobres y ricos, y de un conflicto donde se alude a religiones, la primavera árabe, la complejidad de la zona afectada que los expertos en los debates tratan de explicar ante la complejidad de los argumentos de su historia. En ese caldo de cultivo de la pobreza, máximo caladero de adeptos. Porque se hace muy difícil pensar que nadie que viva con dignidad se vaya a aventuras donde el pasaporte de la muerte está incluido en el contrato, con la salvación en el otro mundo. La Alianza de Civilizaciones, fomentada por Zapatero y su nuevo puesto al dejar temporalmente el Consejo de Estado para presidir el consejo asesor de una ONG alemana de promoción de la paz, podría ser una pequeña luz con la ONU para acallar las armas. Donde todas las partes y la implicación del pueblo árabe debería ser vital para la solución del conflicto. Si fuimos capaces de restañar las heridas de las guerras mundiales, esta es la oportunidad para la estrategia con inteligencia y raciocinio y no matando moscas a cañonazos, para tratar de solucionar una de las peores amenazas que atenaza a mundo, junto con el hambre y la ecología.