La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El callejón del gato

No hay mal que cien años dure

Decir que el mundo anda revuelto es una obviedad pero si, después de la larga crisis económica que hemos padecido, nos llegan ahora con otra de carácter terrorista trufada con una por el control de los espacios geopolíticos en Oriente Medio, ni se sabe a dónde nos lleva esta escalada bélica.

El ejército de Pancho Villa estaba mejor organizado que una coalición a la que cada día se suma alguien; Rusia, Francia, Gran Bretaña y EEUU encabezan un frente donde cada uno por su lado bombardea donde puede, cuando puede y cómo puede. En medio de este desaguisado Turquía derriba un caza ruso por invadir su espacio aéreo. La opinión pública ya no sabe si lo prioritario es acabar con DAES, que lo es, o saber si la amenaza proviene de Siria, Libia, Afganistán, Turquía o todos a la vez. La gente cuando ve a un tipo con capucha, se imagina el consabido cinturón explosivo bajo la zamarra de cuero, dotados de una ideología que se nutre del odio y de la impunidad que se alimentan de la marginalidad. Todo esto tiene un reflejo inequívoco en la economía que por una causa u otra ya va camino de una década no precisamente prodigiosa. Este problema puede que nos acompañe durante varios años con graves consecuencias en la cultura, en el estado del bienestar y en el resto de factores que componen nuestra forma de vida. Occidente se está empobreciendo a marchas forzadas y Europa, como los cangrejos, va marcha atrás. El viejo continente fue diseñado para avanzar y cuando no lo hace, no se para y se queda donde está, sino que, el retroceso que experimenta influye el la población haciéndola cada vez más pobre. ¿Es éste el objetivo de los terroristas? Estos desalmados se apuntan, nunca mejor dicho, a un bombardeo pero, en lo que no debemos caer es el buenismo, populismo o como lo quieran llamar, el consabido "no a la guerra" tan socorrido para aquellos que van contracorriente diga quien lo diga y hagan lo que hagan.

Por una causa o por otra, por activa o por pasiva, esta situación supera a propios y extraños de tal manera que la vida cada vez será más complicada para el común de los mortales. Podremos ganar varias batallas pero, quien tiene que ganar esta guerra son los propios musulmanes, no me cabe la menor duda. Todo en esta vida tiene un límite, y lo que deben saber los terroristas es que la cobardía es el miedo consentido; el valor es el miedo dominado. Por contra, de todos los peligros, el mayor es subestimar al enemigo.

Compartir el artículo

stats