El mejor Rigoletto del mundo, Leo Nucci, se sale cada vez que actúa en España, donde ha logrado el primer bis en el curso de una ópera y un tris en un recital, ambos en el Real, en el que desde hoy será de nuevo el pobre tullido. "Vuelvo para hacer dos horas de emoción". El cantante italiano está un poco "fastidiado" porque un vuelo entre Rumanía e Italia que acabó durando casi trece horas le ha provocado una "reactivación" de sus cálculos renales y eso retrasó, a su vez, su viaje a Madrid, adonde llegó el pasado jueves para preparar Rigoletto, la obra de Verdi que en esta ocasión tiene dirección escénica de David McVicar. "Todas las funciones que he tenido que suspender en mi vida han sido por un cólico de riñón: fue en Viena, hace dos años, cuando tuve que llamar a la ambulancia a las cuatro de la madrugada. Cancelé seis de Simon Boccanegra. Otra vez me pasó con Rolando Villazón interpretando L'elissir d'amore, pero a pesar del dolor canté", relata para describir su cruz y fortaleza. Está "mejor que nunca, siete años más joven", es decir, alguien "muy parecido" al de 2009.