El 24 de noviembre finalizó el plazo para que Las Palmas de Gran Canaria opte a ser una de las 100 Ciudades Resilientes (100RC). Como Concejal de Unidos por Gran Canaria en el Ayuntamiento capitalino, le trasladé al Alcalde hace unos meses, la oportunidad única que se nos presentaba, a través de la Fundación Rockefeller, para ser una de las ciudades elegidas para trabajar en la resiliencia, y así entender mejor nuestra ciudad, trabajando y proyectando en sus prioridades.
Es nuestra oportunidad, se presenta un desafío para todos, desde una visión holística que nos podrá llevar hacia la construcción de una mejor ciudad, teniendo en cuenta el sistema, la organización y las personas. Porque la fragilidad es menor cuanto mayor es la resiliencia, por tanto, es obligado generar un proyecto para la sociedad actual, esa sociedad de riesgo, la cual presenta vulnerabilidad que debe ser atajada con resiliencia. Y es que esta última puede ser considerada desde diferentes enfoques, como por ejemplo, "la capacidad de reaccionar satisfactoriamente frente a dificultades y fortalezas con ellas", pero también como "la capacidad de usar la experiencia para proyectar el futuro".
En cualquier caso, hablamos de capacidades, de las que debemos adquirir como sociedad. El día a día nos enfrenta a diferentes situaciones a las que debemos combatir, ser capaces de superar y aprender con dicha experiencia, conociendo las fortalezas y defectos de nuestra ciudad, su contexto histórico y los proyectos existentes, es ahí cuando se puede comenzar a desarrollar las capacidades de recuperación.
Desde tiempos remotos Las Palmas de Gran Canaria ha sufrido diferentes epidemias, como la fiebre amarilla, el cólera morbo, la peste, hambrunas, sin olvidarnos de la tuberculosis. Hemos sido capaces de controlar dichas epidemias, al igual que hemos superado diferentes temporales, tanto en forma de viento, lluvias, como altas temperaturas. La sociedad actual refleja nuevos retos, como es el desempleo, las diferencias sociales, el conjunto de la economía; por ello es esencial tener un conocimiento real y honesto de la historia, así como de la actualidad.
El liderazgo de una ciudad no debe ser tomado a la ligera, y cuando hablamos de la vulnerabilidad y la resiliencia, debemos ponerle mayor esfuerzo a su conocimiento y entendimiento. Algunos de los factores que disminuyen la vulnerabilidad: capacidad de organización, la actividad de la vida comunitaria, capital social generado, entre otros.
Tenemos que construir un concepto de ciudad y sociedad que permitan ser capaces combatir las adversidades que se nos presenten, y esto está estrechamente ligado al aprendizaje, y por ello se refieren las palabras de Jorge Nef "la capacidad de corrección (homeostasis) o su opuesto (entropía) tienen mucho que ver con la capacidad o incapacidad de aprender".
La Fundación Rockefeller muestra el proceso para concedernos esta posibilidad a través de tres pasos:
1. Participación de la comunidad (público en general, gobierno local), bajo un enfoque inclusivo.
2. Comprensión honesta de la historia de la Ciudad para crear un camino progresivo.
3. Demostrar un compromiso real por parte de los líderes de la ciudad para asociarse con 100RC; y adoptar una visión de la resiliencia como un tema de gran alcance del futuro de la ciudad.
Por todo ello, hay que tener la consideración de que la resiliencia debe ser una prioridad para el gobierno local, para nuestra ciudad y nuestra sociedad.
(*) Concejal de Unidos por Gran Canaria en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria
