Nadie se atreve a decir que todo va a seguir igual. El revolcón del mapa político español está en la siguiente esquina. Para más detalles, oír de manera atenta los microcabreos que habitan en la calle; el país está trufado del golpes en el hígado, pequeños cortes que emanan de grandes acontecimientos que fueron titular de periódicos, motivo de investigación judicial, carne de presidio, razones de fianzas millonarias? Un microcabreo está en torno al pensionista ahorrador que ha sido engañado con las preferentes de Bankia, y que de la noche a la mañana vio como Rato se le filtró en los huesos: ahora se gasta los cuartos en un abogado para recuperar el dinero que le estafaron. Otro viene del autónomo cansado y agobiado por las cuotas que tiene que pagar al Estado. Más allá se encuentra el heredero que tiene que afrontar un impuesto de sucesiones incomestible. En posición de asombro aparece el ciudadano contribuyente que observa al poderoso que no paga a Hacienda. Estupefacto están los que vieron a la hija del Rey y a su marido amasar una fortuna gracias a sus privilegios? Escándalos y más escándalos que paren microcabreos por doquier. El aliento de una prima de riesgo afortunada, que tritura a la de Zapatero, trata de imponer su bonanza frente al fastidio que rodea a los funcionarios, a los millones de parados, a los recién licenciados que emigraron, a los profesionales que están en cualquier país del mundo rascándose las ronchas por la falta de amparo patriótico que padecen, a los trabajadores que sufren una legislación laboral que los ha convertido de la noche a la mañana en parados pobres, a los que se enrabietan por la puertas giratorias que gozan los políticos, a los que son testigos un día sí y otro no de altos ejecutivos que exhiben indemnizaciones multimillonarias... Microcabreos que pasan desapercibidos para los poderosos ministros de economía y finanzas, que pasan al capítulo de ajustes presupuestarios sin rubor alguno, pero que luego crecen y crecen como una espuma capaz de llevarse por delante el mapa político de una nación. Será entonces cuando se tendrá en cuenta la fortaleza del microcabreo.
