Ningún gobierno debería sacar pecho cuando la economía y el crecimiento de la actividad en general mejoran. Porque siempre será mérito de la ciudadanía, autónomos y empresarios que con el aumento del consumo a partir de una recuperación económica, después de estar tantos años sufriendo las consecuencias de esta larvada crisis. Sin quitar cierto mérito a la gestión, solo por no poner palos a las ruedas del carro y no despilfarrar del gasto elevado que soportamos por mala gestión desde hace tiempo. Sería más mérito sin que hubiere habido la intervención de tantos recortes en general que han caído a la parte más débil de la sociedad, que se ha visto vapuleada hasta la extenuación, con los recortes salariales de la cacareada reforma laboral que ha sido el último grito del hit parade por utilizar un término anglosajón que a algunos les gusta para presumir de que hablan el idioma inglés en estos tiempos que te obliga a llevar un diccionario de bolsillo en las ofertas comerciales.

La falta de consenso en la etapa anterior en la educación en manos del exministro Wert ,que solo contaba con el apoyo de los suyos y de su familia, más los pocos avances civiles, los problemas territoriales y presupuestarios a las autonomías y en particular la canaria, no sólo denunciada por la oposición política, sino por muchos periodistas expertos y economistas de prestigio. La falta de apoyo a las artes escénicas y lo que te rondaré morena, son motivos suficientes para que el Sr. Rajoy y su equipo se lo hicieran mirar. Y tratar de hacer un propósito de enmienda para centrar un discurso caduco de letanía perenne que aburre hasta las ovejas, y que la oposición le va a echar en cara al más puro estilo comanche con el cuchillo en los dientes, para atraer el electorado más dubitativo ante un escaparate de partidos variopinto al mejor estilo de los charlatanes de feria. Cada uno tenemos nuestras preferencias, aun teniéndonos que tapar los ojos con algunos componentes de sus listas electorales, y de programas difusos que podrían ser cambiados en cualquier momento del mandato como los principios de los famosos hermanos Marx y de la frase de Groucho: "Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros". No obstante antes de la cena navideña y el empache de turrones y de viandas al uso, habrá que hacer una nueva reflexión para saber que a la hora de votar llevamos los deberes realizados en la memoria de una legislatura que se ha hecho interminable.