Estamos casi en Navidad y al igual que el conocido villancico podríamos decir... y sobre campaña una. Estamos en campaña permanente, y lo que queda por delante. Los expertos dicen que hasta el último día existe casi un 20% que no tiene decidido su voto.
Con la pega simbólica de carteles arrancó la semana pasada la batalla, según dicen algunos, más encarnizada por la captura del voto; todos llevan la palabra "cambio" cuando se está en la oposición que hasta el momento se venían alternando Partido Popular y PSOE pero, si algo de bueno tienen los más que probables pronósticos de esta convocatoria es que nadie alcanzará la tan ansiada mayoría absoluta. Este cambio va a permitir que el partido ganador, sin mayoría absoluta, no tenga que depender de un partido nacionalista, como venía ocurriendo, con el coste económico y emocional que esto supone, que bastantes quebraderos de cabeza nos han traído.
Hasta el día 20 nos van a asediar por calles y esquinas dando besos y abrazos a todo el que se ponga por delante. Nos enseñaran la marca de calzoncillos, preferencias gastronómicas así como mostrar el lado más amable de cada candidato a pesar que a algunos les resulte harto difícil siquiera esbozar una leve sonrisa. Lo que sí está meridianamente claro es que la ciudadanía tiene conciencia de que el 20D se va a decidir el futuro de España de los próximos cuatro años.
Los debates en radio y televisión van a ser los protagonistas, la gente va a escudriñar todo lo que se oiga y se vea.
Ya les adelantó que el día después todos tienen previsto a priori las excusas según les haya ido en las urnas. Nadie pierde y todos ganan es el mantra que se repite una y otra vez; al final, las promesas caen como agua en un cesto con la disculpa de tener que pactar con este o con aquel.
La ventaja, si es que la tiene, es que a los pocos días más de uno le estará dando a la zambomba y días más tarde con un gorro y un pito para celebrar el año nuevo y vuelta a empezar.
Pasado mañana, lunes 14, se va a celebrar en el Gabinete Literario un debate a siete que va a poner sobre la mesa la estrategia que los diputados por esta circunscripción van a llevar al Parlamento Nacional.
La Democracia son dos lobos y una oveja votando sobre qué se va a comer. La Libertad es la oveja, armada, impugnando el resultado.
En definitiva, el elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros.
