La Provincia - Diario de Las Palmas

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Desde mi noray

Un puerto aceptable

Los que ya peinamos canas hemos visto con el paso del tiempo cómo evoluciona el tráfico y las actividades del puerto de La Luz en una constante demostración de la polivalencia de nuestro recinto, que lejos de quedarse obsoleto se va adaptando a las demandas de la actividad marítima. Si ayer fue el carbón quien marcaba la pauta para el suministro y luego llegó el petróleo, hoy tenemos que ir pensando ya en el gas si no queremos quedarnos desbancados en nuestra actividad de avituallamiento a los buques. Si en otros tiempos la carga se movía a mano y se trasladaba en carretillas, más tarde llegó la mecanización de la faena portuaria hasta aparecer las gigantescas grúas para mover los voluminosos contenedores que hoy contemplamos en el horizonte del puerto de Las Palmas.

Otro tanto ha ocurrido con el obrero portuario que de una mano numerosa de peonaje se ha pasado a unos estibadores especializados que manejan una maquinaria de alto rendimiento con una destreza y entrega admirables. También la llegada de los ordenadores ha revolucionado la actividad de las empresas portuarias y de la propia administración haciendo un recinto más ágil y moderno capaz de dar respuestas inmediatas.

Si a ello unimos unos muelles que siguen creciendo de forma constante como una demostración de que la actividad no cesa con la marcha de unos tráficos y la llegada de otros nuevos, podemos contemplar que el puerto de La Luz es capaz de adaptarse a nuevas circunstancias que demanda el mundo marítimo, donde juega un papel fundamental su emplazamiento en el Atlántico medio, como un portaaviones capaz de prestar múltiples servicios a la navegación internacional.

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