Un gustazo ver las calles repletas de corredores amarillos. No faltaron coros del "pío, pío", y del "amarillo, oe, oe", mientras los jóvenes y no tan jóvenes atletas se lanzaban por las calles de la capital grancanaria. Cada día más aficionados se apuntan a esta cita. Como ha comprobado un atento lector de Rafael Cabrera, se puede estar tomando el aperitivo en Triana antes de correr la San Silvestre por la tarde. Desde aquí se da fe.