La Provincia - Diario de Las Palmas

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La que se avecina

Europa hora cero

Europa, y concretamente la Unión Europea, están enfrentando quizá el mayor desafío de su historia. Un desafío a su esencia, y a su razón -y manera- de ser.

No es por la economía (la austeridad es una enfermedad crónica con la que, mal que bien, se sobrevive). El desafío es por el terrorismo, y no por las bajas (muy dolorosas, pero pocas en una guerra a toda escala) sino porque ataca la esencia básica de una Europa libre y democrática.

Para defenderse del terrorismo -indiscriminado por naturaleza- gobiernos de la UE deben tomar medidas que reducen, suspenden, y a veces hasta eliminan las libertades básicas de Europa. Es un delicado equilibrio: el "estado de emergencia" (Como el que implantó Hitler en el 33 y mantuvo hasta el fin, y supongo que Franco también).

Pero además en Francia -cuna de libertades- Hollande reclama la extensión de la "desnacionalización" de los terroristas binacionales a los franceses nativos. Franceses nativos, pero hijos de inmigrantes, imputados por terrorismo, serán privados de la nacionalidad francesa.

El principio de "todos los ciudadanos son iguales ante la ley" es eliminado (ya estaba vulnerado privando de la nacionalidad a los naturalizados). El tema se tratará en la Asamblea General en febrero. Pero las opiniones están divididas aun en la misma izquierda. Muchos acusan a la ley no solo de inconstitucionalidad sino también de ser inútil: 2.700 (¡!) redadas, hechas sin cobertura judicial -"estado de emergencia"- desde los atentados de julio, han brindado cero resultados: ni un solo detenido, ni una pista.

La alcaldesa de París, socialista, la también española (doble nacionalidad) Anne Hidalgo en un vibrante artículo publicado en Le Monde el 31 de diciembre dice: "Hacer la guerra al terrorismo es rechazar toda alteración profunda de lo que somos... y la extensión de la desnacionalización a los nativos... lleva a la República a esperar sobrevivir dejando de ser ella misma". Continúa citando a Benjamin Franklin en que "un pueblo dispuesto a ceder un poco de libertad a cambio de un poco de seguridad no merece ni la una ni la otra", y concluye llamando a Hollande contra esa extensión.

Sabremos en febrero qué se decide. Pero es un punto fundamental, que puede ser de inflexión, marcando el momento histórico en que Europa deje de ser "democrática".

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