Hay que reconocer el esfuerzo del personal de limpieza de la capital grancanaria. No tanto por el resultado en algunas calles y avenidas, aún con restos navideños, como por la entrega en la noche y la madrugada cuando otros descansan. Un atento lector de Arenales invita a que se ajusten los tiempos y las plantillas. Contempló a profesionales de la manguera después de que pasaran máquinas y a máquinas después de las mangueras y las palmas.