Los celadores del Hospital Negrín hacen una media de 14 kilómetros por jornada de trabajo, tirando de camas y sillas, los siete de cada turno de mañana; y solo dos los fines de semana. Se han colocado unos medidores en los zapatos y han demostrado que no necesitan ir al gimnasio. Que el trabajo ya de por sí les provoca sobrecargas musculares y lesiones. La medida de tiempos y espacio servirá a la hora de negociar. Ojo al dato.