La semana pasada, los tres grupos que no gobernamos en el Ayuntamiento denunciamos conjuntamente la enésima mentira del tripartito. Y ha sido una de las más graves porque se refiere a la política social dirigida a las personas que más lo necesitan. Si todas las mentiras son denunciables, ésta, lo acreditaré, no tiene eximente ni atenuante. Deliberadamente, pillados por el tiempo y su propia incapacidad, el tripartito municipal ha presentado su prometido Plan de Rescate Social. Resultado: la mayor burla (catastrazo incluido) que en estos siete meses han protagonizado el alcalde Sr. Hidalgo y sus concejales. Hay muchas personas necesitadas que habían depositado su esperanza en esta iniciativa, confiados en ser receptores de nuevos fondos o ayudas. Desgraciadamente pronto verán cómo se esfuma esa esperanza y comprobarán que han sido destinatarios de un nuevo engaño.

El mal llamado Plan de Rescate Social (PRS) no es más que la agrupación de las distintas políticas, acciones y programas que el Ayuntamiento viene realizando en sus distintas áreas: urbanismo, vivienda, educación, deporte, juventud, participación, transporte y servicios sociales, principalmente. La prueba de lo que afirmo es que esta inicia-tiva no tiene expediente administrativo alguno, ni informe técnico o jurídico, de secretaría e intervención, ni memoria. Sus autores se han limitado a recopilar lo que ya viene haciendo el Ayuntamiento y lo han presentado como una nueva iniciativa. Pero es que hasta en el copia y pega se han equivocado, salvo que, en efecto, hayan buscado deliberadamente el engaño. El PRS es, en suma, un folleto de powerpoint que recoge, con muchos errores, lo que ya se viene haciendo.

Tres mensajes principales ha destacado el tripartito para convencernos de que estamos ante una iniciativa novedosa: el Plan se compone de 35 acciones, llegaremos a 20.000 familias y aumentamos en 12 millones de euros el presupuesto para financiarlo, resaltaron el alcalde y Concejal de Servicios Sociales en su presentación. Pues bien, de las 35 acciones, 34 las viene realizando el Ayuntamiento. La única nueva es la ayuda para el pago del IBI a la que me referiré más tarde. Las 20.000 familias son las que aproximadamente reciben ya, como destinatarios o usuarios, las distintas prestaciones y servicios que el Ayuntamiento realiza. En el mandato anterior publicamos un documento LPA_GC Calidad de vida 2014-2020 que recoge, con toda transparencia y precisión el número de familias destinatarias de las acciones. Lo pueden consultar en la web. Si repasamos las 35 acciones, veremos que, una tras otra, con denominaciones parecidas, las viene realizando el Ayuntamiento, directa o indirectamente a través de ONGs o empresas. Anuncian, por ejemplo, como novedad, la bonificación social para pagar el agua. Sin embargo, esta ayuda se viene prestando desde hace muchos años a través de las llamadas ayudas de prestaciones básicas (alimentos, agua y luz), más de cuatro millones y medio el pasado año. Similar importe, por cierto, al que gastarán este año, como ocurre en las ayudas de alquiler. Las ayudas para el transporte para desempleados se crearon en 2013 y en los últimos años se han dotado con 400.000 euros y, por cierto, se han olvidado de recogerla en el PRS. Las tarifas sociales en el deporte se vienen aplicando en las distintas instalaciones municipales y últimamente, en las piscinas de Rehoyas, Tamaraceite o La Cícer, abiertas en el mandato anterior. El empleo a crear en el servicio de limpieza es el habitual de todos los años. El piso tutelado de inclusión social o el plan para las personas sin hogar es el resultado de varios años de trabajo y no un invento de última hora. Se atreven, incluso, a recoger como iniciativas dentro del PRS las escuelas infantiles, las actividades extraescolares, el programa de Caixa proinfancia, el campus de verano, el programa contra la violencia de género, la casa de la juventud, la participación ciudadana, la coordinación territorial y hasta los kioscos de administración electrónica en las oficinas municipales. En fin, un auténtico collage de programas municipales consolidados que no han dudado en rescatar para salvar al PRS.

La ayuda para pagar el IBI, única novedad de este PRS, merece dos consideraciones. Si el alcalde no hubiera solicitado, ocultándolo a los ciudadanos, el aumento del valor catastral de todos los inmuebles, hoy todos los vecinos de LPGC estaríamos disfrutando de una rebaja del 10% en todos los recibos del IBI, es decir, más de siete millones de euros en los bolsillos de los ciudadanos. La segunda consideración tiene que ver con su gestión. En 2010, después de que el alcalde Saavedra decidiera subir el IBI casi un 30%, puso en marcha, para compensar, una ayuda similar a la que anuncia el tripartito. Resultado, un verdadero desastre. Muy pocos se acogieron y los que lo hicieron tuvieron que sufrir un calvario burocrático como han denunciado los representantes vecinales.

Un repaso, por último, a la mentira económica más grosera. De los 12 millones de aumento de este PRS, más de seis lo atribuyen a la reposición de las viviendas de Tamaraceite, en cuyo plan, dicen, no había un euro en 2015. Si eso fuera cierto, ¿con qué dinero se están construyendo las 72 viviendas que están a punto de entregarse? No acierto a entender la necesidad de mentir de esta forma tan torpe. Salvo que no estén mintiendo y, en realidad descubramos que no se enteran de lo que están gestionando. En el presupuesto de 2015 aparecen consignados casi cuatro millones de euros para Tamaraceite que, junto a los dos consignados en 2014 han permitido la construcción de estas viviendas. Tal es así, que en esos importes se incluye la parte que correspondía a otras administraciones (Estado y Comunidad Autónoma), que dejaron de aportar en los últimos años, de tal suerte que el Ayuntamiento anticipó, para terminar sin más retrasos las viviendas, la parte que debían poner otras administraciones, cantidades que ahora serán devueltas.

El tripartito justificó su razón de ser en un cambio radical a las políticas económica, social y de creación de empleo. ¿Qué tenemos siete meses después? Un Plan de Rescate Social que es continuidad de lo que se viene haciendo y que no recoge una sola iniciativa de creación de empleo o de formación. Una Concejalía de asuntos sociales que le está grande a un concejal que reconoce que está desbordado por los acontecimientos. Un concejal de empleo y turismo ausente que está de lunes a jueves en Madrid y que no tiene recato en reconocer en los medios que no dimite como concejal porque es un activo de su partido, y que por ello va a mantenerse también como diputado, concejal al que no se le conoce en estos siete meses una sola iniciativa en materia de turismo, formación y empleo. Y finalmente un alcalde, preso de sus contradicciones y alianzas, que ni dirige ni coordina ni lidera este auténtico reino de taifas en el que se ha convertido el Ayuntamiento tripartito. Mientras, la ciudad y sus vecinos sufren las consecuencias.