En la primera página de LA PROVINCIA del martes 22 de enero de 1991 se daba cuenta de que el presidente de EE UU, George Bush, y el primer ministro británico, John Major, habían sido los líderes que con mayor dureza habían reaccionado ante el anuncio de Irak de utilizar a los prisioneros de guerra aliados como escudos humanos para proteger instalaciones estratégicas. Bush afirmaba que EE UU y el mundo entero estaban indignados por el trato que Irak daba a los prisioneros.

DIARIO DE LAS PALMAS del sábado 22 de enero de 1966 informaba de que no había habido reacción oficial en Rabat tras el mandato internacional lanzado por el fiscal general de Francia ordenando la detención del ministro del Interior de Marruecos, del director de la Seguridad y de un agente especial. La orden fue transmitida a la Interpol que a su vez la retransmitió a todos los países miembros excepto a Marruecos. Esta actuación era en relación con el conocido como affaire Ben Barka.