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El callejón del gato

Ahítos de tanto parchear y tanto pito

Cese ya el atambor, que están mis nobles cansados de redobles, y yo ahíto de tanto parchear y tanto pito", responde el sufrido ciudadano ante la algarabía suscitada por los independentistas, en un mensaje que por lo críptico bien pudiera recordar al de algunos de los sesudos informes de las instituciones catalanas.

Jamás pensó el genial Pedro Muñoz Seca que su obra La venganza de Don Mendo llegara con tanta frescura hasta nuestros días.

Algunos, en un escorzo en el aire, tratan de justificar y, lo que es peor, legitimar un proceso viciado en origen ¿qué es lo que hay que hablar con quien se salta la ley diciendo que se ha iniciado el proceso de desconexión con el resto de España? Han vendido la burra diciendo que se puede hacer una cosa que es imposible. La soberanía del territorio español reside en el pueblo, pero, en todo el pueblo y, si se quiere cualquier otra cosa que se modifique la Constitución que con los dos tercios del congreso es suficiente. Concretar, eso es lo que hay que hacer, y dejar las tertulias de salón para mero divertimento.

Es del genero tonto estar discutiendo si referéndum, para decidir "sí", o si referéndum para decir "no" ya que el Parlamento catalán dejó esta opción atrás, hace varias curvas, en la autopista hacia la independencia. Dentro de la ley, se puede todo, fuera de la ley, poco cabe; porque si no se respeta la legalidad vigente y vale todo estamos a un paso del anarquismo decimonónico más rancio.

No sé lo que le está pasando a la mayoría de clase política que no hace sino llegar al poder y le empiezan a crecer los enanos por doquier.

Me temo que el nuevo presidente de la Generalitat, que venía con más ínfulas que el conversó de Mas, empieza a echar el freno viendo que se había montado parda. Llevan mintiendo de forma compulsiva, y han llegado a un punto de no retorno sin saber qué hay por delante. Lo de la república catalana tiene, como poco, un incierto futuro.

"¿Y ahora qué?" Se preguntan muchos a los que les vendieron humo de un Estado imposible dentro de Europa y fuera de España. Pues, ni más ni menos, tendrán que recoger velas y ser solidarios con el resto de los pueblos de Europa. Por mucho que se haya instrumentalizado a los medios de comunicación y se aleccione a la población, con una historia contada torticeramente, no van a cambiar la historia que, por cierto, es tozuda en cuanto a la verdad se refiere.

O se ponen de acuerdo de una vez los diferentes partidos siguiendo el mandato que las urnas les han dado y dejarse del consabido mercadeo o van a demostrar una vez más que no están a la altura de las circunstancias que los tiempos requieren y demandan. Ir a unas nuevas elecciones no es sino la escenificación del fracaso más estrepitoso.

El loco no puede reincorporarse a la realidad, está permanentemente viviendo su fantasía y, como dijo Walt Disney: "Para crear lo fantástico, primero debemos entender lo real".

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