La Provincia - Diario de Las Palmas

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Cien líneas

Picapiedra

Codicia y odio. El multipartito que se está formando para llegar a La Moncloa es disparatado por muchas razones, especialmente por su formidable carga contradictoria. No tienen absolutamente nada que ver unos con otros. Pero ya se comprobó su verosimilitud en Cataluña hace nada. Es inexplicable que la CUP, un grupo comunista ultra, apoye al sosias del sosias de Pujol, doble virrey de Suiza y Andorra y esclavo de la oligarquía catalana más cruda durante tres décadas largas. Es inexplicable, pero como así ha sucedido, y bien recientemente, habrá que responder al interrogante. La pregunta es la misma para toda España. Ahí está el vídeo de esa nueva versión de la nave de los locos, ese avión en vuelo transoceánico, gratis total, donde iban terroristas de la ETA, golpistas de la CUP y chavistas de Podemos, todo pagado por la narco dictadura venezolana. Esa troupe que no es de alienados, sino de liberticidas, se va a sumar a la socialdemocracia templada del PSOE para formar Gobierno. Los Picapiedra: Pedro y Pablo. ¿Cómo es posible lo que ha ocurrido en Cataluña y está a punto de suceder en el resto de España?

Obvio: codicia y odio. Un doble cemento que supera al mejor del mundo.

La posibilidad de encaramarse a una consejería, a una dirección general, a una subsecretaría y no digamos a un ministerio supera las más firmes convicciones ideológicas. Sólo ven oro, oro y más oro, y lo abrazarán con la disculpa cómica de querer cambiar el mundo. Y el odio a España, fomentado desde la escuela, los medios y la creación, año tras año, ha hecho el resto.

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