En estos años, desde la ofensiva neoliberal en Europa, después de haber recorrido América Latina, cuya filosofía se basaba en "menos estado y más mercado", tuvo y esta teniendo unas consecuencias notables en las políticas publicas, que afectan a toda ciudadanía, en su carta de derechos humanos. Por lo tanto, el recorte de inversiones y de derechos debe ser restituido para este nuevo periodo. Un amplia alianza de ciudadanos está en este empeño. Nosotros en estos valores nos sentimos identificados y los asumimos como propios. Así mismo, la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría y Salud Mental, en esta situación, no se ha mantenido paralizada y contemplativa. Hemos estado visibles en los momentos más duros. Hemos exigido a la anterior Administración canaria "un cambio de rumbo". Y lo expresamos con claridad y a los cuatro vientos. Y lo hicimos con Feafes Canarias y con el Foro Social en defensa de la salud y la sanidad publica. Bien lo sabe el consejero actual, con el cual, en la pasada legislatura nos entrevistamos como portavoz del grupo socialista en la comisión de sanidad del Parlamento de Canarias. Bien sabe D. Jesús Morera de nuestra exigencia de que la política en salud mental tenía que cambiar. Y también la ACN fue promotora de la única iniciativa popular en materia de salud y sanidad pública que se ha presentado en el Parlamento con más de 25.000 firmas de los ciudadanos.
Por lo tanto, no somos nuevos en esta exigencia, ni producto de una moda, ni nos sumamos a ningún carro. Lo hemos dicho y lo decimos con convicción. Mire usted bien lo que le diré, en su mano está dar un nuevo impulso al parón de estos años. Al parón sufrido en la asistencia psiquiátrica en Canarias en los últimos ocho años. Se necesita un nuevo impulso porque de ello depende mejorar y ampliar lo que hasta ahora hemos conseguido. Hemos tardado veinticinco años para que los ciudadanos de las islas tuvieran a su disposición unos niveles de atención en salud mental aceptables y menos estigmatizadores, pero aún quedan muchas cosas incompletas, otras por revisar y otras para innovar. Nosotros, la ACN, apostamos por un plan de salud, se nos dio la oportunidad de participar y lo hicimos con responsabilidad. No se fíe usted de aquellos que reclaman más participación, y que habiendo tenido la oportunidad no lo hicieron, porque a lo mejor ahí estan las fuerzas que se "resisten al cambio", léase a su propio cambio, a sus posición acomodaticia. Por esto, le reclamamos que ejecute el III Plan de Salud, lo haga operativo, lo incorpore a los PGC, active los Consejos Insulares de Áreas de Salud y Zonas Básicas de Salud, y trabaje codo a codo con los Cabildos, quienes gestionan la discapacidad y la dependencia. La transparencia, facilita la participación y la democratización sistema sanitario publico.
Valoramos como positivo que por primera vez en un pacto por la gobernabilidad de Canarias, para el periodo 2015-2019 mediante el llamado pacto por el crecimiento y el progreso social y económico de Canarias, se incorporen en materia sanitaria líneas de trabajo específicas de salud mental. En las políticas sociales y de sostenimiento de los Servicios públicos, en el punto 10, al hablar de personas con problemas de salud mental, se reconoce como prioridad este acuerdo: avanzar en el Plan de Salud Mental, incorporando a la población infanto-juvenil, creación de puestos de hospital de di?a para trastornos de personalidad y de conducta, consolidar la red de alojamientos alternativos. Potenciar los Consejos Insulares de Rehabilitacio?n Psicosocial y Acción comunitaria. Nosotros, estamos de acuerdo, en empujar en estas líneas. Y no seremos un obstáculo para ello. Tendrá nuestra colaboración leal pero no complaciente. Precisamente son muchas las cuestiones pendientes: la categoría profesional de enfermería en salud mental, la mejora de la infraestructura en las unidades de salud mental y en urgencias, y el trato a las personas con TM en las urgencias, la red incompleta infanto juvenil, el desarrollo de hospitales de día versátiles, la relación primaria y atención especializada, la integración de las drogodependencias en salud mental, detección precoz de la psicosis, el abordaje de las patologías duales, fortalecer el movimiento primera persona y las demandas de asociación espiral, mejorar la equidad de asistencia en todas las islas, etc.
Pero sí decirle con rotundidad que desde la filosofía de la complejidad y los valores democráticos, debe abordarse: la mejora del sistema sanitario publico y los servicios sociales van de la mano e, incorporar la salud publica en todas las políticas de su gobierno. O este gigante del sistema sanitario va acompasando sus brazos bajo una coherencia o volveremos a la reclusión. La llamada reforma de la asistencia psiquiátrica requiere de nuevo entusiasmo, de una acción decidida, para que las nuevas generaciones de profesionales, puedan desarrollar sus deseos de mejora y cambio y acompañar a la ciudadanía. Nosotros si usted, con su liderazgo en la sanidad, si asume este conjunto de propósitos le aseguro que no se sentirá solo. Muchos profesionales, incluso los de pelo blanco, no hemos perdido la ilusión, y que habiendo estado para las buenas y para las malas, consideramos que hace falta un nuevo revolcón, nuevas aportaciones y revisión de lo que hemos andado. Sin que ello signifique romper con el modelo de cuidados en la comunidad: sigamos profundizado en el trabajo con la comunidad, no reforzar lo hospitalocéntrico. Trabajemos en el acompañamiento terapéutico a pacientes y sus familias, en la atención en el domicilio, en la continuidad de cuidados, en el apoyo mutuo, en la atención temprana, en la integración en el empleo, en favorecer los procesos de recuperación. Y los meses siguen pasando.
(*) Vicepresidente de la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría
