Salgo a la calle y no dejo de oír quejas sobre la vergüenza de tal o cual político, bien me parecería si dichas quejas fuesen acompañadas de una reflexión sobre: ¿Antes de votar me he informado sobre el particular? Mi voto, ¿es para los míos? o voté pensando en el bien de España. Que un político, incluso un miembro de la familia real se siente en el banquillo no es motivo de escándalo lo escandaloso sería que quedasen impunes pues como dice el dicho aragonés: "Doce eran los apóstoles y uno salió rana". Lo escandaloso es el candor del votante que se cree a pies juntillas los discursos de los políticos sin analizar ni el contenido ni las posibles consecuencias de los mismos. Los españoles, pueblo admirable por tantas cosas, a día de hoy carecemos de una verdadera cultura de lo político.