Ayoze, vete ensayando. Mira, en vez de 'tú', dices 'vos', en vez de 'guagua', dices 'colectivo', en vez de 'conducir', 'manejar', y cada media hora me cantas No llores por mí, Argentina... Y listo". Lo tengo derechito como una vela, porque yo para los disfraces soy muy del método Stanislavski, hay que meterse en el papel. Si Steve McQueen se comió una cucaracha para hacer de Papillon, mi primo Ayoze pilla el acento argentino para disfrazarse de Messi, así le tenga que poner toda la filmografía de Campanella. Es que el jodío se parece. Salió a mi familia paterna, que son chatos y de cuartos inferiores recios. Mi madre siempre lo dice: "¿A dónde iré yo con este hobbit?", refiriéndose a mi padre, que, por suerte, no ha visto ni una de El señor de los anillos.

Qué ternura me da el pobre, desde hace semanas solo come asado y dulce de leche, y lo tengo Confital arriba, Confital abajo, para que no pierda la forma. Él ruega que le deje, porque tiene que ir a ensayar con Los Chancletas, pero, como decía la profesora aquella de Fama, "aquí hemos venido a sufrir".

Para que el casting fuera completo, hicimos una prueba en el Centro Cultural Pepe Dámaso para el resto de la plantilla. Al final, viendo que la cosa no daba para más, cogimos a un gigantón con cara de pepón que da el pego de Piqué y que además tiene una novia que se hizo un cursillo de danza del vientre. Está un poco liado el pobre con el catalán, me pregunta todos los días que si ya "soc" independiente, y yo le digo en eso anda Puigdemont.

Pues nada, tiramos pa' la Cabalgata con el papel bien aprendido y yo haciendo de árbitra. Les juro por la Virgen de La Luz que yo no sabía que ese día jugaba el Barcelona con la UD, ni que Imma Medina había cambiado la hora de salida de las carrozas para que no se formara un salpafuera de tráfico en la ciudad. Pues fue pisar el Castillo y pegaron a llegar mascaritas dislocadas, gritando "¡Miraaaa, la Pulgaaa!" La turba asaltando el chino para comprar libretas a un euro y agolpándose alrededor de Ayoze y el pepón para lograr un autógrafo de sus ídolos blaugranas... Yo preocupada, porque los chiquillos son de naturaleza lenta, de estos que están en la fase laxa de la adolescencia en la que todo se puede dejar pa' después del almuerzo. Pero hete aquí que, de pronto, Ayoze, quizá por el alto índice de mate en sangre, comenzó a organizar una fila de culés locales. "Cheeee, no seás pelotudo, pibeee", le espetaba al que se colaba. "¿Vos estás en pedoooo?", preguntaba a un madridista malcriado que quiso boicotear su baño de masas. Mientras, el Piqué de La Isleta, selfie va, selfie viene, guiñando el ojo a las pibas... bueno, hasta que su Shakira particular le hizo una entrada en la espinilla que era roja, seguro. Aquel día, la UD le metió cuatro al Barça; claro, no tenían a Messi y Piqué.