Acto 1. Planteamiento Creo que no nos merecemos lo que esta pasando, la incertidumbre política esta convirtiendo que no nos merezcamos tener un ágora en la que los ciudadanos participamos de nuestro gobierno, sino un patio de butacas más o menos incomodo, depende de para quién, en el que los españoles nos hemos convertido en meros espectadores de unos actores a los que les falta chispa, simpatía y con un guión penoso. Solo tienen buena la puesta en escena, ya que los publicistas, los financiadores de campaña y demás manipuladores han echado el resto.

Creo que la mayoría de la población esta harta de Rajoy, y de su círculo cercano. Pedro Sánchez no ha logrado generar la credibilidad necesaria y dirige un equipo que esta más preocupado en ver cómo se calcina su líder que en ofrecer una autentica alternativa.

El ciudadano Rivera consiguió un apoyo como movimiento social en Cataluña pero el culto a su personalidad esta impidiendo un arraigo social lo suficientemente importante como para ser alternativa real, aunque creo que tiempo al tiempo.

El genio del marketing, eso sí, bien financiado, ha logrado aglutinar a descontentos, cabreados, contrarios a todo y grupos vecinales con un eslogan que combina nacionalismo americano con estructura bolivariana y financiación antieuropea. Ha acertado con el destinatario de los eslóganes, ha sido un éxito su organización, la gente lo valora pero como nadie se ha leído la letra pequeña, tiene un éxito garantizado.

Acto 2. Nudo

Las elecciones tuvieron el resultado esperado, nadie se equivocó, y la primera ronda de las negociaciones fueron asombrosas, como todo el mundo quería ir a la contra, nadie daba el paso hacia delante. Rajoy no quería perder, Pedro Sánchez no podía ganar, y Podemos y Ciudadanos tenían que conservar sus esencias.

Todo el mundo esta planteado una fórmula que la Constitución no preveía, la doble vuelta, pensado que la fuerza de la razón se impondrá y que unas elecciones nuevas serían la vuelta al bipartidismo y creo que no es así. La doble vuelta requiere que en una segunda ronda solo se presente quienes han tiendo buenos resultados en la primera pero no suficientes para gobernar.

La Constitución del 1978 era el fruto de un pacto, de un sacrificio colectivo, y de una esperanza, ¿les suena todo esto?, y apostaba por el dialogo y eso se ha perdido. La corrupción ha provocado un efecto cascada de políticos profesionales que ven a sus adversarios en enemigos y sobre una estructura de muchos bienintencionados gobernados por intrigantes pero dirigidos por auténticos sinvergüenzas, han convertido la gestión política en algo que no es de todos, sino de unos pocos que tratan se sobrevivir como pueden.

Los recientes escándalos son tremendos, y sale a la luz lo que muchos sabíamos pero que no teníamos las pruebas y que solo por la decisión de unos pocos se ha podido perseguir y poner en manos de la justicia conductas conocidas y no asumidas.

Algunos lo ven como algo pasajero, pero son tantos los casos que la saturación producirá cada vez más indignación.

Acto 3. El desenlace

El poder se caracteriza por ser el adhesivo más formidable de todos los que existen. Une a personas que eran incompatibles, ideas que son contrarias se complementan, rellena los huecos más gigantescos que alguien puede imaginarse. Y con ese pegamento, lo lógico es que el gobierno se forme de manera más o menos inmediata.

¿Con qué programa?, da igual, como ya ha dicho algún pretendiente, lo importante son las personas que van a ejercer el poder, ¡toma ya!

Lo cierto es que nadie leyó la letra pequeña de los programas, nadie pensó que alguna de las fuerzas políticas que ahora van a gobernar lo van a realizar, ni tan siquiera muchos de sus votantes. Pero esa es la democracia.

Pero lo cierto es que uno de los mayores males que tiene la democracia española es la falta de democracia de los partidos políticos. Es increíble que la amistad pueda hacer a alguien representante de algo, y la lealtad mal entendida puede hacer a alguien gobernante, y de ahí a las prácticas corruptas, solamente hay un pequeño paso, lo que convierte en estrella a la propia corrupción, y con un sistema con muchos corruptos, no existe credibilidad para promover una reforma laboral justa y seria ni un sistema económico y fiscal igualmente justo y serio, con lo que ya tenemos el siguiente problema, y con esos mimbres no existe cohesión social y lo que se favorece es el planteamiento localista cualquiera que sea el tamaño y con ello nos encontramos con el siguiente escollo. Y podemos seguir.

Todavía no he oído a nadie que tenga ganas de abordar este problema y sin que esto se aborde no habrá solución.

He votado por internet una propuesta para que en el Parlamento canario se promueva una reforma para mejorar el comercio electrónico, y la promotora ha conseguido más de 27.000 firmas. Pues bien, ninguna de ella sirve para un sistema de participación arcaico que impide este ejercicio de democracia real y que ya veremos que ningún partido va a querer cambiarlo, se les acabaría el chollo a más de uno o de una.